COAG-Jaén pide reformas legislativas como la mejor reconversión para el sector del olivar

La Coordinadora ha participado esta mañana en una jornada en la que ha puesto de manifiesto las limitaciones de la reconversión a un olivar intensivo en la provincia, por lo que ha apuntado diversos cambios legislativos para una recuperación del sector. Entre ellos, un marco contractual equilibrado, un código de buenas prácticas comerciales y un mayor control sobre las prácticas especulativas de la distribución y el fraude.

31 de marzo de 2011. COAG-Jaén ha dejado claro durante su intervención en la jornadas ‘Del cultivo tradicional a la reconversión del olivar’, celebrada en la mañana de hoy, que la reconversión del olivar no puede pasar por dejar de producir aceite en Jaén para trasladar esta producción a la campiña cordobesa o sevillana. El sector olivarero genera 2.760 millones anuales, lo que representa el 30% de renta agraria andaluza y más de 14 millones de jornales en los 300 pueblos andaluces.

El secretario general de COAG-Jaén, Rafael Civantos, ha insistido durante su intervención que “las inversiones en modernización deben ir bajo los criterios de la aplicación a las zonas tradicionales, con estudios amplios totalmente independientes para que no vayamos a querer hacer una inversión multimillonaria y que dentro de unos años tengamos que echarnos manos a la cabeza y arruinarnos”. “Y siempre teniendo en cuenta las cuestiones medioambientales que impone la política comunitaria”, ha añadido.

Según datos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el 60% de suelos de olivar están catalogadas como suelos de capacidad de uso moderada a marginal o improductiva. El 38% están para capacidad de uso moderado, o sea, con importantes limitaciones en topografía, agua o condiciones climáticas. “Y otro problema –apunta Civantos- es el de la inversión”. Por ello, la Coordinadora insiste en las limitaciones con las que cuenta el olivar a la hora de acometer ciertas reformas.

Por lo tanto, desde COAG “pensamos que reconvertir es sinónimo de reforma y debemos hacer reformas legislativas. La mejor reforma es tener un euro más por kilo de aceite, es la mejor reconversión. Yo creo que se puede conseguir”, ha argumentado Civantos. ¿Cómo podría hacerse, según COAG? En su opinión, deberían cambiarse normas legislativas, tener un marco contractual equilibrado, modernizando la ley de contratos tipo, un código de buenas prácticas comerciales, así como dar mayor competencia a las organizaciones interprofesionales. También se debería modificar la normativa para poder influir en la gestión del mercado en cuanto a la gran distribución. No hay desequilibrio entre producción y consumidor, sino una posición de dominio de la gran distribución.

Otro de los puntos importantes sería el de la modificación de todo aquello que se regula en el almacenamiento, con la actualización de precios, el establecimiento de instrumentos de gestión y control de prevención de crisis de precios a través de Interprofesional, así como un mayor control y transparencia del Mercado de Futuros del Aceite de Oliva.

En esta línea de medidas, COAG-Jaén también aboga por establecer modificaciones en la normativa de mezclas, así como la prohibición de envases reciclados en la restauración. También se debe trabajar en el establecimiento de políticas que permitan ver el origen de aceites de oliva y avanzar en el control del fraude.

En definitiva, la única forma de solucionar este problema, aparte de establecer  medidas de reconversión en zonas solamente productores, es evitar la tensión y el dominio de gran distribución, abordando temas de modificación de leyes de competencia, que están machacando la producción.

Producción y consumo

Durante su intervención, Rafael Civantos ha puesto de manifiesto que el problema que atraviesa en estos momentos el sector no se debe a la sobreproducción de aceite. “El problema no son los excedentes, como demuestran las cifras”, apunta.

Según el Comité Oleícola Internacional, en la campaña 2006/2007 hubo una diferencia negativa de 31.000 toneladas entre producción y consumo, que ascendió a 145.000 toneladas en la siguiente campaña y a 162.000 en la 2008/09. Tan sólo en la 2009/10 han sobrado 151.000. De esta forma, sin tener incluir los datos de la campaña 2010/2011, el resultado es que faltan 187.000 toneladas de jugo entre consumo y producción. “Entonces, ¿por qué tenemos estos precios si no sobra aceite?”, se pregunta Civantos. La respuesta está en las prácticas especulativas de la gran distribución.


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