Esta semana el Gobierno
ha Decretado diez días de luto oficial en todo el Estado Español. Diez días en
los que las banderas ondearan a media asta y lucirán crespones negros. Todo en
memoria y recuerdo de las víctimas de esta pandemia que nos asola del COVID 19.
Pandemia que recorre el mundo entero sin piedad, como todos ya sabemos, y que
en nuestro país se ha cebado especialmente, ocasionando un gran número de
victimas y sobre todo de personas infectadas que han padecido una enfermedad
nueva y con escasos recursos para su curación.
Este luto yo lo
ampliaría con algo más, que son todas aquellas persona que han fallecido en
nuestros pueblos y ciudades y no han podido ser despedidos por sus familiares y
allegados como es la costumbre en nuestra tierra y muchas veces se han visto
solo uno número muy restringido de familiares, dándoles el último adiós a sus
seres más queridos en un tanatorio a puerta cerrada o en la puerta del
cementerio con el operario del cementerio, sin poder hacerles su misa como se
merecían o como es costumbre por estos lugares cada vez que fallece alguna
persona.
Pero estos diez días no
se tienen que quedar solamente en ese ondear de las banderas a media asta con
los crespones negros. Estos diez días deben servir también para reflexionar y
pensar en qué podemos serles útiles a la sociedad, para que la crisis sanitaria
que estamos viviendo y que va a derivar en una crisis económica sin precedentes
y jamás conocida por nadie, se pueda salir de ella de la mejor manera posible y
sobre todo lo más reforzados posible, para que los errores que se han cometido
y se puedan seguir cometiendo antes, durante y después de esta crisis
sanitaria, se corrijan y no los volvamos a cometer en un futuro ante las nuevas
amenazas que de éste o de otros virus, nos puedan llegar en forma de pandemia.
“Porque es bueno que la
sociedad que trabaja junta por el bien común pueda manifestar también junta su
dolor, porque es digno consolidar los vínculos sociales con un duelo colectivo
y unitario en recuerdo de todas las víctimas provocadas por la violencia, el
terror, las catástrofes o la enfermedad”, así reza la orden firmada por el
presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, publicada e en el BOE. En la misma, el
jefe del Ejecutivo asegura que es “justo homenajear a los compatriotas que han
sacrificado sus vidas en el cumplimiento del deber ante una amenaza insólita
contra la salud y el bienestar de la nación”.
Creo sinceramente que
no se puede perder ese referente y tenemos que tener bien claro que ahora hay
que levantar un país devastado por la pandemia, en el que las infraestructuras
están intactas, pero falta el capital que las haga ser útiles para la sociedad.
El luto es una muestra
externa del sentimiento de duelo ante el fallecimiento de una persona. En caso
de catástrofe , como sería la que estamos viviendo, o muerte de alguna persona
relevante, se declara el luto oficial, regulando el comportamiento de las
personalidades públicas y los miembros de la familia real. Además, puede tener
varios ámbitos: nacional, regional o local, según la relevancia del
fallecimiento. En España, el Consejo de
Ministros es la autoridad que puede decretar un determinado tiempo de luto
nacional, con su correspondiente publicación en el Boletín Oficial del Estado
(BOE).