Nos encontramos en pleno apogeo de la ferial internacional del aceite e industrias afines, Expoliva 2.009, feria que se ha convertido por meritos propios en un referente mundial en el sector del aceite de oliva, o más bien diría yo por el esfuerzo de de mucha gente, que ha ido aportando cada granito de arena para hacer crecer está feria y situarla en el sitio que ha llegado.
Recuerdo cuando la primera feria de Expoliva allá por el principio de los años 80, se celebró en el parque del Felipe Arche, donde había una persona que fue entonces el ideólogo del germen de lo que hoy conocemos como Expoliva, vengo a referirme a Hermenegildo Terrados, artífice para que se iniciara una andadura que ni él mismo podía imaginar que llegaríamos en el recorrido hasta lo que hoy vemos en la institución ferial. Si Hermenegildo levantara la cabeza, se sentiría orgulloso, de ver como ha crecido el proyecto que con más voluntad que dinero, echo a andar en esas fechas.
Pero junto con Terrados arranco un grupo importante de personas a los que el proyecto les encantaba e ilusionaban y continuaron por la senda que él les abrió, tales como el que fuera Delgado de Agricultura y después de Gobernación de la Junta de Andalucía en Jaén, Juan Torres Morales, o el delegado que en su día le sustituyó Rafael de la Cruz Moreno , que junto con la que fuera la primera Directora de la Feria , María José Campos, trasladaron esta al recinto de vacía costales, para darle el carácter internacional que la feria necesitaba, y que en el mundo entero sonaba como tal. Muchas fueron las peripecias que se pasaron en el antiguo y obsoleto cuartel de caballería, donde en los pabellones se pasaba un calor indeseable, y la gente apenas podía andar por los estrechos pasillos, y hasta una gran tormenta en una ocasión derrumbo parte del mismo.
Al final se aguanto durante alguna ediciones en aquel recinto, pero Rafael de la Cruz junto con otros políticos de esta provincia, se dieron cuenta que una feria internacional y de la entidad que está estaba alcanzando, no podía tener un recinto de tan pésimas condiciones. Había que salir de allí a toda costa, por que la feria situada allí corría un serio peligro de desaparecer de nuestra provincia, por lo que fue un gran acierto el establecer la institución ferial, y construir el nuevo recinto que hoy en día disfrutamos todos, y que el primer año que se inauguro, en muchas zonas del mismo faltaba hasta por terminar de poner la solería, pero se tenía que hacer en él a aunque se retaso su edición hasta el otoño, para poder tener medio decente la obra del pabellón.
Ahora ya disfrutamos de unas instalaciones que son magnificas, un pabellón cubierto, con todas la prestaciones que se necesitan para acometer una feria de esta envergadura, uno semi cubierto que nos permite tener maquinaria ligera, y el gran pabellón exterior, donde se sitúa la maquinaria, y sobre todo el edificio activa Jaén, de nueva creación en la edición pasada, y por el que podemos hacer un recorrido por los mejores aceites del mundo.
