DÍA DEL TRABAJO

Hoy es el día internacional del trabajo, o el día internacional del trabajador, según queramos ver la situación y la celebración de esta fiesta. Fiesta que este año se torna en muy especial, por la situación del mercado laboral, que se hace cada vez más difícil, para, sobre todo los cuatro millones de parados que dice la encuesta de población activa que existen en España, que todos y cada uno de ello tienen rostro, y muy probablemente una familia que también ve con desesperación el que sean un número más de las listas del paro.

A estas alturas muchos de nosotros, nos preguntamos, si se están haciendo las cosas bien para atajar la crisis de una manera contundente, para que la cifra del paro no siga subiendo como la espuma, debido a la paralización generalizada que existe en todas las actividades, que lleva a la mayor destrucción de empleo jamás conocida, abocando a millones de familias de este país a la desesperación y la amargura por verse en esa situación.

Quizás si se están haciendo las cosas bien, o tal vez no, lo que está claro, que los datos y las cifras son una causa objetiva que nos puede hacer pensar que algo se está haciendo mal, o muy mal diría yo; por que tras el descalabro del ladrillo, arrastrando este a la banca y las constructoras; hay muchos sectores que son los motores de la economía de nuestros pueblos, que desde hace mucho tiempo se han dejado abandonados a su suerte, y en manos del liberalismo más feroz que a buen seguro terminara con ellos, importándoles muy poco quien hay detrás de ellos y para que sirvieron en el pasado.

Todos los políticos del mundo, andan ahora de cumbre en cumbre, para ver si le pueden buscar una solución global al problema, se pasan el día en análisis de la situación. Sin llegar a hacerse el más importante, que no es otro que el sistema capitalista y neoliberal a fallado por completo. Por lo tanto si este hace aguas, de una forma que casi no tiene solución, no vale que pongamos algunos parches para salir de la situación que en el pasado nos creó, si no más bien nuestros gobernantes tenían que tener la cabeza puesta en que no se puede dejar todo en la manos del libre mercado, que no sólo no regula si no lo que viene haciendo es especular y mover los grandes capitales hacia donde le sean más rentables y obtengan mayores beneficios.

Puede que sea la hora de que se empiece a hablar de algunas protecciones a sectores estratégicos de ciertos países, y que sin llegar a ponerle puertas al campo podamos preservar la economía de estos, para que continúen como lo han hecho hasta ahora, generando empleo y vertebrando territorios, que ayudan a que la población puede mantenerse en sus lugares de origen, en lugar de tener que inmigrar a otros puntos.

Por lo tanto hoy primero de mayo hay que empezar al levantar la voz muy fuerte contra el capitalismo tan feroz que nos está arruinando cada día.