Los resultados electorales del pasado domingo, dejan un panorama electoral
bastante complicado, no sólo para el partido vencedor de las elecciones, el
Partido Popular, sino para el resto de fuerzas políticas, a las que sus
movimientos se les van a seguir con lupa, y algunos como al PSOE más que a
otros, puesto que si no apoya a Mariano Rajoy en su investidura por acción o
por abstención, será un irresponsable y si trata de consolidar una mayoría
parlamentaria suficiente, estará torciendo la voluntad de los electores para
desalojar de la Moncloa al partido ganador.
Ahora es hacia el PSOE al que se dirigen todas las miradas y apuntan todos
los dardos, pues como sí el partido ganador fuese se le exige responsabilidad
de estado para que se pueda formar gobierno, cuando hay que tener claro que el
partido al que los españoles y españolas le han encargado la tarea de formar
gobierno y por tanto una mayoría parlamentaría suficiente, ha sido al Partido
Popular y por lo tanto es el primero que se tiene que dar cuenta que se ha
quedado muy por detrás de la mayoría absoluta que ha gozado en la recién
terminada legislatura. Teniendo que bajar los humos, dejándose de prepotencias
y arrogancias, para demostrar que realmente son un partido con visión de estado
o tan sólo son un partido que lo único que saben es mirarse su propio ombligo.
Lógicamente en una situación tan difícil con la que se ha concurrido a las
recién pasadas elecciones, aparecen los populismos y vemos como Podemos ha
tenido un gran empuje en las misma, pero en su ego populista no han dejado de
hacer propuestas esperpénticas y aún las continúan haciendo, pues Pablo
Iglesias, el líder de Podemos, que ahora nos dice que busquemos para
presidirnos a alguien competente, o sea, no político, porque todos los que han encabezado
los carteles electorales, incluido él, no sirven para este oficio y tiene que
ser alguien independiente, que no ha pasado por la urnas y al que se elegiría a
dedo para inquilino de la Moncloa. Preguntándome yo, ¿y quién lo elegiría?,
¿cómo se elegiría?. Realmente esto suena rancio y casposo, con grandes dotes de
totalitarismo que nos llevaría a una dictadura populista o a estar gobernados
por un tecnócrata al que bien poco le importen lo ciudadanos.
Pero este baile no ha hecho nada más que empezar y ya vemos como los de
Podemos asoman la patita y sale a la palestra la prepotencia de Pablo Iglesias,
que se ha erigido como líder de la oposición para dar lecciones a todo el
mundo, todo ello y a buen seguro hasta que su mentor y encumbrador el partido popular le toque la corneta y
hagan lo mismo que han hecho en Asturias, donde le han tumbado los presupuestos
a PSOE e IU, y enrecien como ya lo están haciendo, sus duras críticas y sus
golpes bajos hacia el Partido Socialista para debilitarlo y de paso tratar de
humillarlo haga lo que haga, pues ahora ellos vienen de salvadores de la patria
con un partido que ya nace dividido, pues no se nos puede olvidar que no han
sido capaces de concurrir con una solas siglas a las elecciones sino han tenido
que ser con cuatro y realmente tampoco sabemos cómo su líder va a mantener a
todos ellos dentro de una disciplina coherente en el Congreso de los Diputados.
Lo que nos quedará por ver.