El Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación ha publicado recientemente la versión de 9 de junio de
2020, de la norma de calidad de los aceites de oliva y de orujo de oliva, la
cual pretende aprobar próximamente. Norma que viene de alguna manera a
sustituir al antiguo Real Decreto 308/1983, de 25 de enero, por el por el que
se aprueba la Reglamentación Técnico-Sanitaria de Aceites Vegetales Comestibles,
que es por el que nos regimos en la actualidad y lleva en vigor casi cuatro
décadas, con algunas modificaciones, sobre todo para poder adaptarse a la
normativa, que vía Directivas Comunitarias, tenían que trasponerse al
ordenamiento jurídico Español.
Es totalmente necesario
que se produzca este cambio de normativa, sobre todo para poder ir adaptándose
a los tiempos y a las nuevas formas de producción y comercialización del aceite
de oliva Virgen, Virgen Extra o Lampante. Puesto que mucho han cambiando las
cosas desde 1983 hasta nuestros días, tanto en la producción, como en el
envasado o en la comercialización. Ya que por aquellos años no existían muchas
de las técnicas que hoy se emplean en la producción, recolección y transporte
de la aceituna, lo mismo que no existían las formas de molturación extracción
de esa aceituna o tampoco teníamos los materiales que hoy se emplean en el
envasado de los aceites y por supuesto no existía ni por asomo nada que tuviese
que ver con el comercio online.
Ahora vamos a tener una
nueva norma para los nuevos tiempos, donde la calidad del aceite de oliva,
sobre todo en la categoría Virgen Extra, que se le ofrece al consumidor, ha
crecido de forma exponencial en tan siquiera una década. Por lo que esa calidad
hay que tratar de rentabilizarla y sacar de ella ese plus económico que
necesita este sector para poder mantener la economía de las explotaciones, que
terminarán fijando la población al territorio, a consecuencia de la generación
de empleo y riqueza.
Este Real Decreto, que todavía se encuentra en información pública, va
a prohibir expresamente la comercialización de los aceites de oliva virgen
extra destinados a los consumidores finales en recipientes de plástico. Esto
que visto así puede parecer un gran problema para la comercialización del
aceite de oliva, nos puede ayudar a saber que todo aquel aceite que nos
encontremos en alguna tienda o lineal envasados en plástico, no va a tener la
calidad de Virgen Extra, teniendo un nuevo indicativo los consumidores para
encontrar y distinguir aceites de calidad.
El sector productor tiene ante sí un reto importante y esta norma nos
ayudará a una mayor diferenciación de los tipos de aceites que nos podemos
encontrar en el mercado, con una distinción bastante clara para los de mayor
calidad, como son los aceites Vírgenes Extras. Al igual que pasa en el sector
del vino, en el que todo el mundo sabe que todo el vino que no nos encontremos
en una botella de cristal, no será de una calidad importante, si no más bien
todo lo contrario.
Esta nueva normativa, lo que si nos va a obligar, a realizar una
apuesta mucho mayor por la calidad para que se puedan ver los aceites de
nuestras almazaras y cooperativas en las tiendas y lineales colocados en las
mejores posiciones, donde los consumidores podremos ir a elegir nuestra marca
preferida a sabiendas que lo que allí vamos a encontrar, en botellas de
cristal, serán los mejores aceites de cada almazara y de cada cosecha.