Pero sobre esta investidura se
están vertiendo todo tipo de especulaciones, y ahora salen los de Podemos
diciendo que es posible un gobierno de izquierdas para frenar las políticas
capitalistas del Partido Popular. Ahora después de habernos llevado a las urnas
en una segunda ocasión, ahora pretenden hacer lo que pudieron hacer tras las
elecciones del 20 de diciembre y no quisieron hacerlo, o más bien que su
objetivo no era el de tener un Gobierno de Izquierdas en España, sino que era
otro bien distinto.
Está claro que objetivo de
podemos o más bien de Pablo Iglesias era el mismo que fue el de Julio Anguita
en su tiempo, y no es otro que destruir al Partido Socialista, siguiendo los
dictados de quien los ha puesto al frente de partidos de izquierdas, que no son
otros que sus grandes compañeros de la derecha más recalcitrante de este país,
que son para los que se mueven y de los que reciben órdenes de una manera bien
directa, con este único objetivo claro y preciso.
Las cosas suelen pasar una vez en
la vida, y en las manos de Pablo Iglesias estuvo el poder haber quitado del
Gobierno al Partido Popular y no lo hizo en su momento, con lo que gracias a él
y sólo a él seguimos con las políticas destructoras del bienestar social que el
PP viene practicando desde hace más de cuatro años. Gracias a él tenemos una
reforma laboral que ha sumido en la precariedad a miles de trabajadores y
trabajadoras, porque de haber formado Gobierno con el PSOE tras el 20 de
diciembre esta reforma laboral ya podía estar derogada y tener un estatuto de
los trabajadores de un corte más social que el que nos implantó el PP.
Con la composición del Congreso
de los Diputados que salió tras el 20 de diciembre, se podría perfectamente
haber desalojado al Partido Popular de la Moncloa, con la mayor gracia de no
tener que pagar tributo alguno a los nacionalistas, pero el infiltrado de
derechas en la filas de izquierdas, Pablo Iglesias, mirando a la bancada
popular tuvo que decir que no a un gobierno progresista, igual que ya lo hizo
Julio Anguita en su día con la pinza entre el PP e Izquierda Unida en Andalucía,
porque no se nos debe olvidar las hazañas de estos dos peones que la derecha
española tiene infiltrados en las filas de los partidos de izquierdas.
Por eso ahora ya no vale venir a
pedir un gobierno progresista para España, porque los votantes ya nos dieron
esa oportunidad y no se aprovecho, por lo tanto ahora toca afrontar lo hecho y
no seguir pensando en lo que pudo ser y no fue.