Esta legislatura que no
ha llegado como aquel quien dice casi ni a nacer, tocará su fin el próximo día
10 de noviembre con la celebración de unas nuevas elecciones, por no tener
ningún partido la mayoría suficiente para poder formar Gobierno y por lo tanto
tal como dice el mandato Constitucional, las cortes tienen que disolverse
automáticamente y convocar nuevas elecciones, como ha vuelto a pasar una vez
más y por segunda vez en España, donde en muy poco tiempo vamos a tener que
pasar bastantes veces por la urnas, para poder tener un Gobierno más o menos
estable.
Ahora todos los partidos
se afanan en echarse las culpas unos a otros, y sobre todo todos contra del que
el pueblo sentó en el Congreso de los Diputados como el más votado para que se
encargara de formar Gobierno, construyendo en un principio las mayorías
parlamentarias necesarias para que ese Gobierno se constituyera y pudiera echar
a andar la legislatura con los tres poderes establecidos en la Constitución
Española y no con uno en funciones y con muchas limitaciones como el que
tenemos actualmente.
Aquí la responsabilidad
no es de uno sólo, puesto que formar el Gobierno no se trata sólo de nombrar a
los Ministros y Ministras de su gabinete, sino que también hay que ejecutar la
leyes que aprueba el poder legislativo, poder este último que se puede
convertir en un freno permanente al ejecutivo cuando no se tiene la mayoría
suficiente. Por la responsabilidad es compartida y cada cual tiene que asumir
su parte que le toca, puesto que el mensaje de las urnas fue bastante claro,
cuando los ciudadanos españoles dijimos, que el que tenía la responsabilidad de
formar ese Gobierno era el PSOE, pero los demás tienen su parte de
responsabilidad no tratando de bloquearlo desde el minuto uno.
Volver a poner las
urnas, es la salida que muchos estaban deseando, por eso lo del bloqueo
continúo y por eso ahora se frotan las manos esperando que el resultado les sea
más favorable que lo que les fue en el pasado mes de abril, tratando de
conseguir un resultado mucho más beneficioso que los pueda situar en la casilla
de salida para que mediante pacto de tres o más partidos formen el Ejecutivo y
nos Gobiernen a su antojo, aunque resulte ser un guirigay.
Pero si las urnas ponen
el orden suficiente para que se pueda formar un Gobierno estable, bienvenidas
sean. Pero si tras abrirlas el próximo día 10 de noviembre por la noche, nos
damos cuenta que la cosa ha cambiado poco o casi nada, habremos perdido un
tiempo esencial, por el continuo bloqueo que los partidos de la oposición han
venido haciendo al partido más votado, no aceptando en ningún momento el
resultado que arrojaron las urnas el pasado mes de abril y tratando de alguna
manera de desvirtuarlo y dinamitarlo como quiera que sea.
En una democracia como
la nuestra todos los partidos deben tener una altura de miras importante, y
saber el papel que le otorga a cada uno los electores, pero con una visión de
estado por encima de todo y no querer ocupar el puesto que a cada uno no le
corresponde según los resultados electorales, sobre los que hay que hacer
lecturas, claro que sí, pero sobre todo asumirlos también, todo lo contrario de
lo que han hecho por algunos desde las últimas elecciones generales.