Llevamos varios meses en los que el Partido
Popular no ceja en el empeño de desprestigiar la política que está realizando
la Junta de Andalucía, presidida por Susana Díaz y todo su equipo. Varios meses
en los que las críticas se van subiendo de tono con el único objetivo de querer
hacer ver a la ciudadanía que aquí nada de lo público funciona y todo está
siendo un desastre, por la mala gestión de la Presidenta Susana Díaz, que según
los dirigentes del propio Partido Popular está mucho más pendiente de su propia
promoción dentro del Partido Socialista Obrero Español, que de la gestión del
Gobierno en nuestra Comunidad Autónoma.
Para esta campaña de desprestigio están usando estos
dirigentes Populares cualquier argucia o artimaña que les lleve a un hilito de
crítica infundada que pueda tirar por tierra labor de gobierno del PSOE y sobre
todo la gestión de Susana Díaz como presidenta. Desprestigio que muchas veces
raya en lo más burdo y absurdo, con infundadas manipulaciones que de alguna
manera le pueda permitir al PP arañar un puñado de votos de cara a las próximas
citas electorales que se puedan ir aproximando.
Es por eso por lo que el Presidente del PP en
Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, apostó muy fuerte y atacó seriamente a
la Presidenta en lo que respecta al impuesto de sucesiones, con una feroz
campaña, por la gestión que desde Andalucía se hace de este impuesto señalando
que la Junta terminaría quedándose con el dinero de las herencias de todo el
mundo y que lo que había que hacer era derogar este injusto impuesto según los
populares. Impuesto que como poco a poco se va demostrando sólo pagan un
reducido número de herencias en Andalucía, y que cuando realmente se ha escarbado
en el fondo de este impuesto, han quedado al aire las mentiras del PP y de su
Presidente en Andalucía, para sonrojo y vergüenza de ellos ante los ciudadanos
de Andalucía.
Pero que me dicen ustedes del gran ataque que
sufre la sanidad Andaluza por parte del Partido Popular, con movilizaciones en
contra de la reunificación hospitalaria
en algunas ciudades, que si bien en el fondo se podría estar de acuerdo, no así
en la forma, pues como quedó bien demostrado en los correos electrónicos que
algunos dirigentes populares, le enviaban a la plataforma o marea andaluza por
la sanidad, eran ellos los que le daban las correspondientes instrucciones de
por donde tenían que ir las siguientes movilizaciones y cuáles serían los
próximos objetivos, políticamente hablando.
Estas cosas no pasan por casualidad, o porque sí,
sino todo tiene su hilo conductor que no es ni más ni menos que una fuerte y
dura campaña de acoso y derribo de la Presidenta de la Junta de Andalucía,
Susana Díaz, como enemigo a batir, y política de altura que podría llegar a
disputar la Moncloa a cualquiera de los dirigentes del Partido Popular que
están o que se pudieran postular para ocupar este puesto en cualquier
momento. Puesto que a pesar de los
pesares y por mucho que tratan de echar tierra a la gestión, desde Andalucía
con su presidenta a la cabeza, se les está demostrando que hay otra forma de
hacer política en la que se tengan a los ciudadanos y ciudadanas como
referente. Por eso es por lo que ahora para el PP el objetivo en casi toda
España y en Andalucía principalmente es, Susana Díaz.