"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

LA IGP EN LA CASILLA DE SALIDA


La Indicación Geográfica Protegida, Aceite de Jaén, ha pasado todos los trámites requeridos por la Unión Europea para ser inscrita en el registro oficial de Indicaciones Geográficas Protegidas, por lo que a partir de ahora, esta IGP, estará en plena vigencia para iniciar de una manera inmediata las acciones necesarias que puedan dar cumplimiento a los fines, para los que se creo esta institución por parte del sector del olivar y del aceite de oliva de la provincia de Jaén, que la pondrá en el mapa mundial como la gran potencia, que lo es, en este sector del aceite del olivar y el aceite de oliva.
Jaén, con sus más de sesenta y seis millones de olivos, no podía permitirse el lujo de carecer de una figura de calidad tan importante como esta, que además de realzar la calidad, viene a proteger el origen de un producto y una provincia, para que allá donde aparezca el nombre de Jaén quede íntimamente ligado a nuestra provincia, pero también a su aceite de oliva a partir de ahora, puesto que estás figuras amparadas por la normativa comunitaria, resultan ser bastantes exigentes en los parámetros que deben cumplir sus aceites dentro de la zona geográfica de actuación, que en nuestro caso será la de toda la provincia de Jaén.
Ahora el camino que tiene por delante esta entidad es duro, pero no por ello es menos apasionante, teniendo que sumar de manera importante para crecer y consolidarse en la provincia, pudiendo así serle útil al sector, que tan maltrecho está en los últimos tiempos. Tan necesitado de acciones que le permitan poder subsistir de una manera satisfactoria en el territorio, fijando a la población en él y generando empleo y riqueza, como lo ha venido haciendo desde mucho tiempo atrás.
A partir de ahora el trabajo es otro totalmente distinto, puesto qué si hasta aquí era conseguir la inscripción de la IGP en el registro, ahora toca darla a conocer a todos y cada uno de los habitantes de la provincia de Jaén. En primer lugar al propio sector, donde habrá que ir almazara por almazara o cooperativa por cooperativa, para explicar la importancia que ésta figura tiene para todos y sobre todo la necesidad que todos tenemos de ella, pero por supuesto, sin olvidar a la sociedad en general, a la que también hay que hacerla participe de esta IGP, de tal manera que ella pueda hacer de altavoz allá donde vaya, explicando las sutiles diferencias que nuestro aceite y nuestro territorio tiene con respecto a las demás zonas productoras de aceite de oliva en el mundo entero.
En definitiva ahora estamos en la casilla de salida, y no podemos perder mucho tiempo, por lo que debemos tomar un impulso fuerte para llegar lo más lejos posible en el menor tiempo factible, ya que el trámite de inscripción, por las cuestiones que todo el mundo ya sabemos, se ha demorado mucho más tiempo de lo previsto, o más bien de lo deseable, con lo que ahora es el momento de pisar el acelerador, para que en un espacio muy corto de tiempo podamos tener el aceite, Virgen Extra, de la IGP “Aceite de Jaén”, colocado en los mejores mercados de mundo entero, para generar la demanda de sus consumidores que nos podrán llevar sin duda alguna a un crecimiento importante en nuestras ventas, y esperemos que también en los precios.


AGRICULTURA Y GANADERÍA, SECTORES ESTRATÉGICOS


Ahora más que nunca nos estamos dando cuenta, con todo lo que está sucediendo en está crisis sanitaria, que la agricultura y la ganadería juegan un papel estratégico, no sólo en nuestra economía, sino también para nuestra sociedad, pues no en vano han sido uno de los sectores que han permanecido al pie del cañón, jugándose la vida los agricultores y ganaderos, para que no faltaran alimentos en ningún rincón de este país durante los días que ha durado el confinamiento más severo, y por supuesto ahora que ya hemos iniciado la desescalada.
Imaginemos por un solo momento que está crisis que vivimos, fuese en lugar de sanitaria, como lo está siendo, una crisis alimentaria y comenzasen a faltar alimentos de primera necesidad en pueblos y ciudades, dando lugar al desabastecimiento de buena parte de la población, o de su práctica totalidad. Llevando esto a una situación de extrema violencia por conseguir esos alimentos que tan necesarios son para nuestra alimentación en la vida diaria. Violencia que por supuesto llegaría a causar muchas más muertes que las que ha causado, y está causando, el propio coronavirus.
Estos sectores productivos de la economía española y de la Unión Europea, que tan denostados están en los últimos tiempos, con precios en muchas ocasiones muy por debajo de los costes de producción. Con precios que a veces no merece la pena ni tan siquiera su propia recolección de muchos de sus productos. Son los mismos que han demostrado que son imprescindibles y que sin ellos nos hay capacidad de poder mantener a la población y que la mayoría de ellos, lejos de ser excedentarios, como nos quieren hacer ver muchas veces, se ha visto claramente que lo que ocurre es simplemente que se encuentran en un mercado atomizado y totalmente globalizado que lo único que le interesa es la desregulación del mismo, para que puedan hincharse de ganar dinero los intermediarios a costa del sector primario.
La Comunidad Autónoma, el Gobierno Español y de la Unión Europea, deben haber tomado muy buena nota del papel jugado por agricultores y ganaderos, para empezar a poner las bases que permitan apuntalar un sector fuerte y solido, que sea uno de los pilares fundamentales de la economía española, que a parte de mantener a la población en tiempos de crisis, como está quedando demostrado, sirven para generar empleo y riqueza en el medio rural, permitiendo esto, fijar y vertebrar a la población en el territorio.
Por todo ello la agricultura y la ganadería tienen que dejar de ser la cenicienta de la economía española y europea, y más pronto que tarde se tienen que declarar como sectores estratégicos que tienen que está protegidos por políticas públicas que permitan que los titulares de estas explotaciones puedan vivir de su trabajo, con unos precios justos y dignos, que les permitan tener una rentabilidad, para poder seguir produciendo alimentos de primera necesidad y por supuesto de muchísima calidad como lo están haciendo hasta ahora mismo.
Esta pandemia seguro que marcará un antes y un después en muchas cosas, y por supuesto que en lo que respecta a estos sectores agrícolas y ganaderos no se puede mirar hacia otro lado como se viene haciendo hasta ahora, donde los monopolios y oligopolios de la alimentación y la gran distribución se están aprovechando de ellos, poniéndolos en numerosas ocasiones al borde del precipicio que llega incluso a provocar la desaparición de miles de explotaciones año tras año.



Y USTEDES QUE PROPONEN


No descubro ningún secreto, cuando digo que el Partido Popular esta semana no ha apoyado la cuarta prórroga del estado de alarma, absteniéndose en la votación que se celebró en el Congreso de los Diputados, incumpliendo así, el Señor Casado, una de las promesas que le hizo al Presidente, Pedro Sánchez, cuando se declaró por primera vez el estado de alarma allá por el 14 de marzo, donde le dijo que en su partido encontraría más apoyos, que en los que apoyaron su investidura, durando la palabra del líder de la oposición ni siquiera dos meses.
Según he podido ver en los medios de comunicación y en la redes sociales, el líder del Partido Popular lanzó todo tipo de insultos e improperios contra el presidente, acusándole poco menos que de todos los males en España, desde la época de los Reyes Católicos a esta parte, tratando de lanzar uno tras otro mortíferos torpedos contra la línea de flotación del Gobierno, llegando, como ya he dicho, al insulto personal al propio Presidente Sánchez, todo ello para tratar de justificar el gran volantazo que en poco más de mes y medio han dado hacia la ultraderecha más reaccionaria.
La verdad que ese discurso ramplón e insultante sobra ya en lo tiempos tan difíciles que estamos viviendo y realmente me gustaría haber visto, al que se erige como líder de la oposición, con un talente mucho más dialogante, que el que nos viene ofreciendo debate tras debate. Pero por supuesto sin tener que renunciar a uno sólo de sus principios o ideales de su partido, que son con los que se presentó a las elecciones y saco el resultado que sacó, por lo que ahora no puede, ni debe defraudar a sus electores y en lugar de lanzar todos esos insultos, tendría que haber lanzado una importante batería de propuestas para salir de la situación en la que vivimos desde hace meses, obligando así de ésta manera a que el Presidente hubiera tenido que recoger el guante y pronunciarse en una por una de cada una de sus propuestas, pero lamentablemente no ha sido así.
A veces pienso que pudiera ser que estos Señores del Partido Popular, como entienden la democracia como la entienden, quizás el Congreso para ellos, no sea el sitio más idóneo para hacer ninguna propuesta. Pero sí así lo entienden y no quieren hacerlas allí, que hagan una rueda de prensa en su sede, que lo publiquen en la redes sociales, o que les concedan una entrevista a cualquier medio de comunicación de los que tenemos en nuestro país. Pero por favor hagan sus propuestas y dígannos si ustedes logran tumbar a este Gobierno que es lo que van hacer, como llevarían a termino la desescalada, que propuestas habría para lo trabajadores que están en el paro a consecuencias de esta crisis, que pasaría con los autónomos, o algo que tanta falta nos hace y que tan necesario es, como que harían con la Sanidad después de esta pandemia, que hemos visto que tiene importantes carencias en muchos territorios de nuestro país.
Por ello, desde esta humilde columna, les pido que se dejen de insultos y reproches, que saquen a luz sus propuestas, que harían para corregir los errores que pueda estar cometiendo el Gobierno en la Gestión del estado de alarma, que sin duda los está cometiendo, pero que ustedes no están proponiendo nada que sirva para enmendarle la plana al Gobierno en sus errores.

LEALTAD, UN VALOR PERDIDO


Esta semana he leído que en nuestro país vecino Portugal, la oposición y el Gobierno se han puesto de acuerdo en las medidas que van a poner en marcha para la recuperación social y económica del país. Medidas que son totalmente imprescindibles para poder salir de la crisis que a nivel mundial ha provocado esta pandemia sin precedentes y que trae de cabeza a todos los países. Donde todos hemos visto como han tenido que paralizarse prácticamente en su totalidad, para poder hacerle frente al virus que nos está golpeando desde hace tiempo.
La verdad es que cuando leí la noticia sentí una envidia al ver como políticos de ideologías totalmente opuestas se sientan cara a cara para dejar de un lado los intereses partidistas y anteponer los intereses de su país y con ellos los de sus ciudadanos aunando todos los esfuerzos posibles que los llevan a salir de esta crisis más pronto que tarde sin pensar en los réditos electorales que una u otra medida les pudiera acarrear a cualquiera de los dos partidos, el que está en el Gobierno, o el que está en la oposición en estos momentos.
Rápidamente se me vino a mi mente un valor que no se debe perder en política, como el de la lealtad. Valor que en los últimos tiempos no está, ni se le espera en ningún momento. Puesto que el principal partido de la oposición, junto con la ultraderecha están instalados en la estrategia de acoso y derribo del Gobierno, asediándolo y machacándolo continuamente día sí y día no, para hacerlo caer y postularse ellos como los salvadores de la patria, o los mejores patriotas, donde para ellos lo único que importa es el territorio sin tener para en cuenta a sus ciudadanos y ciudadanas.
Aquellos políticos que hacen uso de éste valor de la lealtad, son los que realmente tienen altura de miras y por supuesto, marcan una importante diferencia con los que en su diccionario no existe esa palabra, pudiendo calificarlos a estos últimos como unos políticos mediocres que lo único que saben es ser unos oportunistas, para que en situaciones de extremada necesidad como ésta dejen caer al Gobierno, legítimamente elegido en la urnas, importándoles tan sólo su ventaja electoral que pueden sacar en un determinado momento, aunque los cuidadnos y ciudadanas estén pasando autenticas necesidades.
Sinceramente creo que lo que han hecho en Portugal los Partidos del Gobierno y de la Oposición, es lo que hay que hacer en estos momentos cuando se actúa con lealtad y patriotismo. Es lo que hay que hacer, cuando se es un político de altura, que antepone por delante de cualquier cosa los intereses de los habitantes de todo un país entero, a cualquier otro interés de tipo partidista o particular, que en un momento determinado le podría dar mejores resultados y por supuesto muchos más votos en un periodo electoral.
Pero está claro que ahora no toca pensar en los votos, sino en los ciudadanos y ciudadanas de un país entero al que la pandemia ha azotado de una manera contundente y que estamos muy necesitados de medidas que nos sirvan realmente para poder salir de esta situación lo más rápido posible, por lo que hay que dejarse de luchas partidistas y sacar, aunque cueste mucho, ese valor de la lealtad, para poner negro sobre blanco todas las medidas necesarias que reconstruyan a España social y económicamente.