Estos días no
paramos de escuchar noticias sobre lo mal que está la sanidad Andaluza.
Noticias que sólo se encargan de resaltar la situación tan precaria que tiene
la sanidad en nuestra región, sobre todo por la mala gestión que el Gobierno de
Susana Díaz hace de ella, o mayores el penoso trato que recibimos los
ciudadanos cuando nos acercamos a cualquier servicio sanitario. Todo ello, por
supuesto maximizado por Partido Popular, que no tiene otro objetivo que
desprestigiar un servicio de calidad, gratuito y universal, en todos los
sentidos, del que disfrutamos los andaluces y andaluzas en cualquiera de los
niveles.
Las noticias
de todos estos días nos llevan a pensar que esto es un completo desastre que
aquí se muere la gente a las puertas de los hospitales, o que cuando uno quiere
una sanidad de calidad, se tiene que rascar el bolsillo. Cuando es todo lo
contrario, puesto que seguramente más de uno hemos tenido que estar ingresados
en un hospital en el que no nos han pedido nada más que el nombre, para darnos
una cama durante los días que hayan sido necesarios. Pero no es sólo la cama,
sino que la misma va acompañada de sus correspondientes medicamentos que
hayamos requerido durante el tiempo de ingreso, de las pruebas diagnosticas
necesarias o de las intervenciones quirúrgicas si lo fuesen necesario.
Todo esto
tiene un gran valor, un valor que no debemos estar dispuestos a perder los
ciudadanos y ciudadanas de Andalucía, en el que vemos desde el momento en el
que no se nos pide nada más que el nombre, la gran labor que realizan los
sanitarios y por supuesto el gran esfuerzo que hace el gobierno del Partido
Socialista, con su Presidenta a la cabeza, manteniendo todas estas prestaciones
de manera gratuita, para cuando nuestra salud se quiebra y necesita de su
correspondiente reparación. Valor que a veces, como no, nos cuesta nada y no lo
sabemos apreciar, pero que si realmente lo tuviésemos que abonar, nos daríamos
cuenta cuanto cuesta, incluso gran parte de las pruebas y los tratamientos, que
en la sanidad pública nos dan gratis, no nos las haríamos y no nos los
tomaríamos.
Difamar y
desprestigiar es muy fácil y se hace alegremente demasiado rápido, pero la
realiad es otra bien distinta a la que estamos viendo en las noticias que nos
hacen llegar a través de los medios de comunicación, y yo soy de los que
apuesto por este tipo de sanidad que hoy por hoy podemos disfrutar. Una sanidad
que no le pide a nadie la tarejta de crédito para ser atendido, una sanidad que
está obteniendo los mayores logros en tratamientos de enfermedades que hace ni
siquiera una década, se calificaban de incurables, una sanidad que está dotada
de los mayores y más avanzados sistemas de tratamientos que nadie podríamos ni
imaginar, en definitiva, una sanidad que contribuye de manera decisiva en
alargar nuestra esperanza de vida.
Ciertamente en
la vida todo es mejorable, y por
supuesto que la Sanidad Andaluza también, por eso el Gobierno Andaluz ha presentado
en el Parlamento de Andalucía ese gran pacto por la Sanidad, que sin duda
alguna vendrá a corregir las carecias y deficiencias que el sistema pueda
tener, por lo que ahora ya no toca criticar, sino todo lo contrario, arrimar el
hombro para que cuando ese pacto vea la luz, podamos disfrutar de un sistema
sanitario mucho mejor que el que tenemos, que ya digo, aún con sus deficiencias
no lo cambio por nada.
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