Esta semana el Alcalde
de Jaén, Julio Millán, ha tomado la decisión de iniciar el procedimiento para
poner fin a la concesión de los autobuses urbanos de Jaén a la empresa
Castillo. Decisión que puede llevar a un procedimiento bastante complejo, pero
que es de lo más acertado que se podría haber tomado en Jaén, con el fin de
poder mejorar un servicio que resulta ser básico para la población de la
capital y el resto de usuarios del mismo, toda vez que en las condiciones que
ahora se está prestando es prácticamente inservible.
La ciudad de Jaén y
mucho menos sus vecinos y visitantes, no se merecen un servicio de autobús
urbano como el que se les da, totalmente obsoleto y arcaico, con autobuses de
más de veinte años que para girar invaden las aceras, que no les funcionan el
sistema de climatización, en los que cuando uno se sube, parece que se ha
subido en una diligencia del oeste en lugar de un autobús urbano moderno como
cualquier ciudad de nuestro entorno puede tener en el siglo XXI con las
prestaciones a la altura que se merecen los propios usuarios.
Pero ya no sólo son
unos vehículos en pésimas condiciones, sino también unos horarios y frecuencias
que a cualquiera le da tiempo a recorrer una ciudad como Jaén de punta a rabo
varia veces, mientras espera a estos, en cualquiera de sus paradas aguantando
los rigores climatológicos que pueden hacer en la ciudad del Santo Reino en
cualquier época del año, donde podemos quedarnos congelados o derretirnos en
cualquiera de las paradas que hay repartidas por la ciudad esperando a que nos
llegue la línea que necesitamos para poder llegar a nuestro destino deseado,
conllevando esto, que haya vecinos y vecinas de Jaén que en su vida han cogido
un autobús urbano en nuestra capital.
En realidad son
muchísimas las deficiencias que este servicio presenta. Como el episodio vivido
hace unos meses por unos cuantos usuarios y usuarias, cuando un autobús se
quedó parado y con sus puertas bloqueadas durante un buen rato, sin que nadie
pudiese salir del mismo y donde a buen seguro se pudieron dar importantes
escenas de pánico por la personas que en él se encontraban atrapadas sin poder
salir del mismo por no poder abrirse las puertas de ninguna de las maneras
posibles.
Por ello, por todas su
deficiencias e irregularidades, ha sido muy valiente la decisión tomada por el
Alcalde, que consciente de todas sus dificultades que la misma conlleva ha
optado por tirar hacia adelante para que más pronto que tarde esta empresa que
durante toda una vida ha campado por su respetos en la ciudad de Jaén,
tomándose un servicio esencial a su antojo, importándole muy poco los usuarios,
cese en el mismo, ya que se ve que para ellos no es necesario que podamos disfrutar
de un transporte público como todos y todas nos merecemos, sino más bien todo
lo contrario, con el Ayuntamiento de hasta ahora consintiéndolo sin pudor
ninguno.
Decisiones como estas
son las que marcan la diferencia entre un político mediocre como los que han
gobernado a Jaén en los últimos años y un político de gran altura como el
actual Alcalde la capital de la provincia, que como queda
claro tiene en su mente el interés general en lugar que el de una empresa
concesionaria de un servicio, por muchos años que pueda llevar al cargo del
mismo.
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