"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

LO QUE PUDO SER Y NO FUE

Una vez que ya se ha fijado la fecha del debate de investidura por parte de la Presidenta del Congreso de los Diputados. Debate en el cual el candidato a la Presidencia del Gobierno del Partido Popular, Mariano Rajoy, va a someter su programa de Gobierno, para obtener la confianza de la cámara y así poder formar Gobierno. Confianza de la Cámara sobre la que hay todo tipo de especulaciones y quinielas para ver si salen los números, que de momento parece ser que no van salir, mientras el candidato a Presidente de Gobierno no se ponga manos a la obra y negocie con quien tiene que negociar para conseguir esos apoyos.
Pero sobre esta investidura se están vertiendo todo tipo de especulaciones, y ahora salen los de Podemos diciendo que es posible un gobierno de izquierdas para frenar las políticas capitalistas del Partido Popular. Ahora después de habernos llevado a las urnas en una segunda ocasión, ahora pretenden hacer lo que pudieron hacer tras las elecciones del 20 de diciembre y no quisieron hacerlo, o más bien que su objetivo no era el de tener un Gobierno de Izquierdas en España, sino que era otro bien distinto.
Está claro que objetivo de podemos o más bien de Pablo Iglesias era el mismo que fue el de Julio Anguita en su tiempo, y no es otro que destruir al Partido Socialista, siguiendo los dictados de quien los ha puesto al frente de partidos de izquierdas, que no son otros que sus grandes compañeros de la derecha más recalcitrante de este país, que son para los que se mueven y de los que reciben órdenes de una manera bien directa, con este único objetivo claro y preciso.
Las cosas suelen pasar una vez en la vida, y en las manos de Pablo Iglesias estuvo el poder haber quitado del Gobierno al Partido Popular y no lo hizo en su momento, con lo que gracias a él y sólo a él seguimos con las políticas destructoras del bienestar social que el PP viene practicando desde hace más de cuatro años. Gracias a él tenemos una reforma laboral que ha sumido en la precariedad a miles de trabajadores y trabajadoras, porque de haber formado Gobierno con el PSOE tras el 20 de diciembre esta reforma laboral ya podía estar derogada y tener un estatuto de los trabajadores de un corte más social que el que nos implantó el PP.
Con la composición del Congreso de los Diputados que salió tras el 20 de diciembre, se podría perfectamente haber desalojado al Partido Popular de la Moncloa, con la mayor gracia de no tener que pagar tributo alguno a los nacionalistas, pero el infiltrado de derechas en la filas de izquierdas, Pablo Iglesias, mirando a la bancada popular tuvo que decir que no a un gobierno progresista, igual que ya lo hizo Julio Anguita en su día con la pinza entre el PP e Izquierda Unida en Andalucía, porque no se nos debe olvidar las hazañas de estos dos peones que la derecha española tiene infiltrados en las filas de los partidos de izquierdas.

Por eso ahora ya no vale venir a pedir un gobierno progresista para España, porque los votantes ya nos dieron esa oportunidad y no se aprovecho, por lo tanto ahora toca afrontar lo hecho y no seguir pensando en lo que pudo ser y no fue.

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