"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

UN VERANO QUE SE ACABA


Poco a poco el verano va tocando a su fin y casi sin darnos cuenta a la vuelta de este fin de semana, encararemos la semana que nos lleva de manera acelerada a la mitad del mes de reingreso vacacional por excelencia. Aunque meteorológicamente el verano finalizará el próximo veintitrés de septiembre, dando paso al otoño, que no sabemos muy bien como se nos presentará hasta que él mismo no de la cara y aparezca con sus luces y sus sombras, con sus veranillos otoñales o con sus incipientes escarchas que empiezan aparecer por muchas zonas de nuestra provincia, en los primeros días de septiembre la sensación es distinta.

Este verano que ya estamos casi despidiendo ha sido un verano un poco atípico comenzamos con unas elecciones generales que no sabíamos casi ni que hacer en ellas, por verlas como unas repetición de las elecciones del 20 de diciembre, cuando a las claras eran unas nuevas elecciones en las que nos jugamos mucho como se está demostrando día tras día a lo largo de todo el verano, con movimientos políticos que parecen que están todos muy embarrancados en sus propias posturas y de las que hay poco movimiento de un sitio para otro.
Ha sido un verano raro para los políticos españoles. Cuando teníamos Gobierno, nuestros representantes aprovechaban para hacer escapadas, relajarse, elegir entre playa o montaña y, en definitiva, desaparecer durante unas semanas de los focos. Ahora la falta de entendimiento entre las fuerzas ha propiciado un periodo estival movido: consultas con el rey, declaraciones de lealtad o de rechazo, y mucho trabajo de puertas para adentro de cara a, en teoría, evitar unas terceras elecciones. 
Pero lo que sí nos ha acompañado durante casi todo el verano, ha sido el calor. Ese calor que ha hecho insoportable en muchas noches de estío en las que apenas nos ha permitido conciliar el sueño, con temperaturas que cuando pensamos en ellas nos parecen una autentica barbaridad, y que no sabemos ni siquiera como somos capaces de aguantar semejante calor durante la noche. Pero sin saber muy bien porque o con que, por estas tierras estamos ya curtidos en los rigores del verano y los podemos soportar estoicamente.
Lo que sí me ha parecido bastante extraño y atípico este verano, ha sido el ver un debate de investidura en pleno mes de agosto. Un debate donde un candidato a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, pedía el voto desde la tribuna del Congreso de los Diputados, para poder ser envestido, mientras la casi totalidad de los españoles seguían en las playas pendientes de sus mojitos o de sus espetos, como si con ellos no fuese esto de tener o no tener presidente del gobierno.
La verdad es que todos los veranos tienen su aquel, todos tienen sus luces y sus sombras, y unos son más especiales que otros, como ha podido ser este, teniendo en cuenta que también hemos disfrutado en él de los Juegos Olímpicos de Rio, con buenos o excelentes resultados para algunas disciplinas deportivas españolas.
Pero el verano ya toca a su fin sin más remedio, en unos días veremos a los escolares cargando con sus mochilas, en dirección a sus respectivos colegios en institutos, y esta sí que será la señal inequívoca que nos dirá que el verano definitivamente terminó y como dice la canción del Duo Dinámico tú partirás.


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