"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

RIO 2016

Hoy arrancan los Juegos de la XXXI Olimpiada de la era moderna, que serán un evento multideportivo internacional, celebrado en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, entre el 5 y el 21 de agosto de 2016. Serán  los primeros de Suramérica. Desde la primera vez que se celebraron en Atenas en 1896, el evento deportivo ha tenido lugar veintiuna veces en Europa, cuatro en Asia, seis en Norteamérica y dos en Australia. Es de respetar que una ciudad como Río de Janeiro, con sus graves problemas sociales, organice los Juegos Olímpicos. Y hay más: a pesar del pesimismo y de la crisis política que vive el país, es admirable como los cariocas se han aferrado a la idea olímpica y a su tradicional hospitalidad para seguir adelante con la organización de los juegos.
Los juegos olímpicos, son el mayor evento deportivo del planeta y hoy en día continúan siendo un símbolo de paz y amistad entre los pueblos. Cada cuatro años el evento deportivo más importante en el mundo llega para poner a prueba a los mejores deportistas, que competirán en un gran número de disciplinas deportivas, elevando a la mayor gloria a los vencedores en cada una de las pruebas que durante la olimpiada se celebrarán.
La actividad deportiva se configura dentro de la sociedad actual, donde el tiempo libre y el ocio adquiere gran protagonismo, como uno de los sectores con mayor importancia económica. De todos es conocido que los grandes acontecimientos deportivos tienen una repercusión que va más allá del propio ámbito del deporte. De esta manera, los eventos deportivos, especialmente mega-eventos como los Juegos Olímpicos o Campeonatos Mundiales se identifican con la generación de ingresos y beneficios para los territorios que los acogen. Los eventos en general se definen como fenómenos que surgen de ocasiones rutinarias y que tienen objetivos de ocio, culturales, personales u organizativos establecidos de forma separada a la actividad normal diaria, cuya finalidad es ilustrar, celebrar, entretener o retar la experiencia de un grupo de personas.
Desde ahora y hasta el 21 de agosto, esteremos con un pellizco en el estómago cuando veamos a nuestros deportistas competir en muchas de las disciplinas deportivas que se celebran, esperando ver si consiguen las tan ansiadas medallas que los cubren de gloria a aquellos que le cuelgan sobre su pecho. Puesto que una medalla olímpica de forma simple y en un contexto eminentemente deportivo, significa haber cumplido la meta, y podrá no ser otra cosa más que un premio. Sin embargo, independientemente de poder exhibirla como trofeo, una medalla olímpica, en realidad, debe significar sin lugar a dudas, la muestra del tesón y el coraje de nuestros deportistas, quienes a pesar de las dificultades y tropiezos por los que pasan y han pasado en su proceso de formación, aun muestran compromiso.  Compromiso con un país, compromiso con un pueblo que a buen seguro gozará infinitamente cada uno de sus triunfos.

Pero ya no hay tregua, ya comienza el mayor espectáculo deportivo del mundo, que desde que se le da el pistoletazo de salida, lo que todos deseamos todos es que nuestros deportistas puedan conseguir los mayores logros posibles que los llenen de gloria y por supuesto que traigan colgadas de su cuello el mayor número de medallas que les sean posibles, y que servirán para encumbrar al deporte español a la mayor de las alturas.

No hay comentarios: