"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

AHORA LE TOCA A RAJOY

Los resultados de las elecciones del 26 J, no distan en demasía de los que se obtuvieron en las elecciones del pasado 20 de diciembre, porque aunque el Partido Popular ha subido, lo sigue teniendo bastante complicado el conformar una mayoría parlamentaría suficiente que le permita afrontar la investidura y poder formar gobierno, para que pueda arrancar la legislatura, tal como se regula en el ordenamiento jurídico español. Mayoría a que hasta ahora sólo parece que se pretende sumar de manera tímida el Partido de Ciudadanos, que son los únicos que si se cumplen una serie de premisas estarían dispuestos a dar su apoyo a Mariano Rajoy.
Son seis condiciones las que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha puesto encima de la mesa. Seis condicionantes que no sabemos muy bien si serán líneas rojas por las que no está dispuesto a pasar el partido de Rivera y que de no cumplirse no habrá apoyo de ninguna clase. O simplemente se tratan de unas condiciones de mínimos para iniciar una negociación que no sabemos a dónde llegará. O estos condicionantes son tan sólo un simple paripé para poder justificarse Rivera ante la opinión pública lo que ya desde la anterior legislatura lo venia teniendo bastante claro, que no es otra cosa que su apoyo al PP y por supuesto a Mariano Rajoy.
Llama poderosamente la atención que alguien que venía a regenerar la vida política española y pedía poco menos que quemaran a Rajoy en la hoguera. Ahora a las primeras de cambio acceda a darle su apoyo con unos condicionantes que se apartan de manera bastante sustancial de los problemas que tiene la sociedad de la clase media en nuestro país. Que ninguno de esos condicionantes vaya dirigido a mejorar el bienestar social, sino todo lo contario lo que deja entrever es que parece que a Ciudadanos lo único que le importa es sus sillones en el Congreso y el tratar de sacar rédito a sus 32 Diputados, importándole poco el tener que borrar todas la líneas rojas que trazó durante la campaña electoral o con anterioridad.
Pero aún con el apoyo de Ciudadanos, las cuentas siguen sin salir, no se alcanza la mayoría absoluta, o ni tan siquiera la mayoría simple que le pueda permitir a Rajoy ser envestido Presidente del Gobierno, y mucho menos afrontar una legislatura con cierta estabilidad, que permita de alguna manera sacar adelante las leyes necesarias para gobernar y por supuesto los presupuestos generales del estado.

Ahora estos dos grupos políticos miran al Partido Socialista para meterle presión y tratar de formar de alguna manera la abstención, en un alarde de comodismo, con el afán de tener el poder en sus manos. Pero eso es lo que demuestra Mariano Rajoy, ser un político cómodo y acomodado, buscando solamente el camino más fácil, sin pretender bajar a la arena política, para enfangarse y negociar con los grupos políticos del arco parlamentario, que están en su mismo espectro ideológico, que son los que realmente podrían apoyar por convicción las políticas que pretende realizar el Partido Popular, las cuales ya las hemos venido padeciendo y sufriendo en nuestras carnes en la pasada legislatura, donde el rodillo de su mayoría absoluta a tirado por tierra muchos de los logros del bienestar social que se tardaron décadas en conseguir.

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