Nos encontramos inmersos en plena campaña electoral, de cara a las Elecciones
de Generales del próximo día veinte de diciembre. Elecciones en la que aunque
parezca una rareza, coinciden prácticamente en plenas navidades, de tal manera
que puede ser la primera vez en la historia de España, y con toda seguridad
desde cuando se instauró la democracia, que se hayan celebrado unas elecciones
generales en estas fechas navideñas.
La campaña electoral, debe servir para pedir el voto a la ciudadanía
explicando cual ha sido la gestión de un
partido político, cuando ha estado gobernando, o la labor de oposición cuando
no se ha estado gobernando, para que se pueda movilizar al electorado en uno u
otro sentido, pidiéndole la confianza a la mayoría de los votantes para que el
proyecto que cada uno representa, sea el que marque las directrices políticas y
económicas del país, para como máximo los siguientes cuatro años.
Parece que uno no se juega nada cuando llegan unas Elecciones Generales,
como las que tenemos a la vuelta de la esquina. Elecciones de las que saldrá la
composición del Congreso de los Diputados y del Senado, como es lo consecuencia
más inmediata, pero de la mano de esa consecuencia vendrá la aplicación de uno
u otro programa electoral, haciendo que la vida sea más o menos llevadera para
unos o para otros ciudadanos y ciudadanas. En definitiva de estas Elecciones
Generales, saldrá el tipo política que el próximo Gobierno nos aplicará a todos
nosotros y nosotras.
Por eso siempre nos jugamos mucho, cuando llegan unas elecciones como
estas, es por ello, por lo que llegado este momento en plena campaña electoral,
nos debe servir para reflexionar y analizar cuál ha sido la política que se nos
ha aplicado a lo largo de legislatura que se termina. Sí el partido del
Gobierno ha cumplido con su programa y promesas electorales que nos realizó en
la pasada campaña electoral, y sobre todo y lo más importante que cuales serán
las propuestas con las que nos pretenden gobernar durante las próximos cuatros
años.
Analizado todo lo anterior, una campaña electoral, es lo que nos debe
servir a la ciudadanía para que podamos dirigir el sentido de nuestro voto,
sabiendo que es lo que nos jugamos en cada contienda electoral, y que los
políticos nos desgranaran y nos pondrán encima de la mesa sus políticas en la
campaña electoral, que es para lo que nos tiene que servir este periodo que a
su vez se encuentra regulado legalmente.
Por eso cada uno debemos saber lo primero que tipo de política nos conviene
con arreglo a nuestra ideología, status y clase social, para analizar con calma
y serenidad todas y cada una de las propuestas que desde uno u otro partido, en
estos días nos lanzan de miles de formas y en cientos de medios, para así poder
llegar a una determinada conclusión que nos indique el sentido de nuestro voto
en una u otra dirección. Pero que desde el convencimiento, de saber qué es lo
que nos conviene, no nos dejemos engañar, votando al partido que con sus
propuestas nos haya podido convencer, de lo que prima por encima de todo es la
ciudadanía en lugar de algo tan ambiguo o abstracto como el mercado. Ahora bien
sin caer en la demagogia y en el populismo que nos lleve al abismo y la debacle
definitiva.
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