Hace unos días, el consejo de administración de SOS Cuétara, destituida a la cúpula de de esta gran empresa, encabezada por Jesús y Jaime Salazar, a la sazón ambos presidente y vicepresidente del mayor grupo aceitero del mundo, que tiene a bien tener bajo su dominio el treinta por ciento del mercado de aceite envasado a nivel mundial.
Jesús Salazar, ha sido uno de los principales instigadores, para que el mercado del aceite de oliva se hunda a los niveles que ahora mismo se encuentra, importándole casi nada que los productores tengamos que ir la total ruina, pues para ellos lo único que importa son los números, la cuenta de resultados a final de año, y sobre todo la ambición por ser lo más poderosos en este mundo en el que de una manera u otra todos nos movemos.
Este hombre ha sido el artífice para que como ya anuncio hace un par de años, el mercado del aceite se pusiera por debajo de los dos euros, y ha usado todas las argucias de mercado para poder llegar a conseguirlo, empezando por comprar partidas de aceite de oliva, para pagar a mitad de precio la mitad y el resto a final de campaña al doble del precio que los demás, comprar aceituna a un euro el kilo, para así arruinar a todos los pequeños aceiteros que operaban en la zona de Castilla la Mancha. En definitiva un magnate metido en este mundo, que con toda probabilidad no sabrá ni lo que es un olivo, ni lo que cuesta poner un kilo de aceituna en cualquiera de nuestras almazaras.
Ahora esta gran multinacional se queda en manos de un grupo importante de Cajas de Ahorros, con lo que tienen que demostrar el carácter social que les mueve, y tratar de dar un impulso importante para que esta empresa pueda seguir siendo un referente en el sector del aceite de oliva en el mundo, pero con un talante distinto, en el que todos ganemos la parte que nos corresponde, y trabajemos juntos en la misma dirección para que todo el tejido socioeconómico que en torno al olivar y el aceite de oliva se ha creado, pueda seguir siendo impulso y motor de la economía en provincias como la nuestra, generando riqueza y empleo.
Los nuevos gestores de la empresa tiene que poner orden lo que estaba ocurriendo y marcar la diferencia, para que la misma pueda seguir siendo la empresa líder a nivel mundial, a la vez que la situación de ruina que tenemos los olivareros comience poco a poco a solventarse y encontrarnos un mercado en el que se tenga claro desde el primer hasta el último eslabón de la cadena. Cadena en la que los márgenes comerciales no se pueden consentir de ninguna manera con el abuso que se están produciendo en la actualidad.
Se puede pensar que empieza a abrirse un rayo de esperanza entre los olivareros, pero que tienen que demostrarlo los nuevos gestores de está empresa, por lo que todos le estamos pidiendo que no nos vayan a defraudar.
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