"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

30 AÑOS DE 23 F.

Esta semana estamos conmemorando el treinta aniversario de la intentona golpista del 23 de febrero, en la que un grupo de Guardias Civiles, con el Teniente Coronel Tejero a la cabeza, asaltaron el Congreso de los Diputados, y pistola en mano, pidieran a los allí presentes que estuvieran quietos y se tiraran al suelo para que ellos sin pudor alguno, volvieran a derrocar la democracia, como ya ocurriera en nuestro país en los años treinta.
Afortunadamente para todos los ciudadanos Españoles, este golpe de Estado fue frustrado a las pocas horas, pues estaba claro que los apoyos con los que decían contar los golpistas, eran inciertos, así como la firmeza del Estado de Derecho, que dando dotes de madurez, se supo reconducir la situación, para que en muy pocas horas todo volviera a la normalidad que en un Estado Democrático se debe vivir.
El paso de los golpistas era firme y decidido a poner en jaque a los ciudadanos Españoles. Las horas que se vivieron con el Congreso Secuestrado fueron angustiosas y sin casi ni dar crédito de lo que allí estaba ocurriendo con este intento de cambiar el rumbo de la democracia en nuestro país, que llegado a termino supondría sumirse en una nueva dictadura que desde el totalitarismo dirigiese los destinos de los Españoles, por supuesto sin disfrutar de los muchos derechos que como ciudadanos Españoles, nos pone a nuestra disposición la Constitución de 1.978.
Fue desde que se aprobó la Constitución para que todos disfrutemos hoy en día, como en ella se dijo claramente y de manera tajante que la forma de gobierno de los Españoles, era la Monarquía Parlamentaría, y que el poder reside en el pueblo. Por lo tanto nadie, sin excepción. Ni autoridad política ni militar, se lo puede arrebatar para utilizarlo a la medida de su capricho.
Es bueno que a estos golpistas, se le impusieran penas de cárcel ejemplares, tal como marcaban la Constitución y la Leyes, para que a nadie se le volviera a ocurrir hacer lo que estos hicieron y para que la voluntad del pueblo expresada en la diversidad política del Parlamento, no este bajo control de nadie ni un sólo segundo, pues de lo contrario supone una perdida de libertad y valores que poco a poco en aquella época iba ganando la sociedad civil de nuestro país.
Esta claro que en estos treinta años, la democracia se ha ganado un status a pulso y que bien merecido lo tiene, por que en ella hay una serie de positivación de los Derechos Fundamentales de cualquier persona, que la convierten en uno de los mayores valores de este mundo y que cualquiera quiere atesorar, para que pueda seguir valiéndose de ellos con la mayor libertad del mundo y sin que nadie, pueda inmiscuirse en ellos para coartarlos y mermarlos en algunos de sus aspectos, que hagan que se nos condicione la vida al antojo y capricho de cualquier minoría, por muchos galones o estrellas lleve en la solapa.
Esperemos que la situación de normalidad e imposición del Estado Social y Derecho continúe muchísimos años más, por que lo que si ha quedado demostrado que la época de más esplendor de España ha sido con la vigencia de la Constitución de 1.978

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