"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

EL HERVIDERO DE LA RECOLECCIÓN

La campaña de recolección de la aceituna, está lanzada a todo trapo, las mañanas son frenéticas en las entradas y salidas de nuestros pueblos, el hervidero de personas y maquinaria, nos indica que el ritmo de vida en cada uno de ellos ha cambiado por completo, y sobre todo nos indica que durante el día en estos sólo vamos a encontrar a los niños y las personas mayores, que buena parte de ellos hacen de cuidadores de sus nietos.
Esta campaña se inicia con una gran incertidumbre y un problema añadido. Incertidumbre, en cuanto a la problemática que el sector vive ya por tercer año consecutivo, con la caída de precios muy por debajo de lo que son los costes de producción, y que parece que ha venido para quedarse no sabemos hasta cuando.
El sector lleva varios años concentrando oferta, recortando gastos, sobre todo intentando adaptarse a una situación que cada vez se le pone más cuesta arriba, y por su puesto no hay visos de solución, por que a todos esos cambios revolucionarios del sector, se tienen que acompañar con un cambio de rumbo en muchas de las normas, que rigen en el mercado, para que así se pueda constatar una recuperación y mejora de los precios y en definitiva de la renta de los agricultores.
El problema añadido, es otro problema que se repite al del año pasado, y no es otro que la inclemencias meteorológicas que estamos sufriendo en toda geografía de nuestra provincia, y con especial atención a las zonas que ya sufrieron importantes daños en el mes de febrero de este mismo año, y que les causó la ruina a muchas explotaciones.
Ahora parece que la Administración Central, Autonómica y Local, se han puesto las pilas, y dicen que van a diseñar un plan para  prevenir las inundaciones en muchas de estas zonas, donde la historia se repite aunque caiga el agua que caiga, y se le vuelve a anegar casa y tierras sin piedad alguna, quedándose uno con cara de esperpento al ver como siempre le toca al mismo y ver como temporal tras temporal se le pierden cosechas o se le queda la tierra impracticable para la labor y el cultivo.
Los estudios y los informes ya están hechos con anterioridad, ya se sabe muy bien como hay que atajar la situación en cada uno de los puntos conflictivos, por lo tanto ahora es el momento de pasar a la acción y cortar estas situaciones para que no se vuelvan a repetir más y puedan estas personas dormir tranquilas cuando miren al cielo y vean que se nubla.
Pero a pesar de todo esto, la campaña como cada año toma su ritmo y se hace un paréntesis en todo para que esta cosecha que se lleva un año detrás de ella, puede terminar en la bodega de cualquier almazara, en ese preciado oro liquido que vive sus horas más bajas, pero aún así no hay excusa para que los pueblos como cada año sean un hervidero por la mañana y por la tarde, y el resto de día se viva en la más absoluta tranquilidad, los abuelos y los niños que en ellos se quedan aguardando la llegada de sus padres e hijos.

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