Es esta semana nos hemos quedado todos perplejos al ver los incidentes que han ocurrido en las fiestas de Pozuelo, el pueblo más rico de España en renta per Capitá, y que podía ser el reflejo de lo que ocurre en cada uno de los pueblos de esta provincia.
Estamos viendo como los jóvenes cuando acuden a estos botellones, se transforman y cambian de manera radical, convirtiéndose en una especie rara que no se sabe a que responde, y que lo único que le importa es beber como Cosacos hasta la extenuación volviéndose salvajes y desalmados, atacando y maltratando todo lo que a su paso se ponga, de tal manera que nadie podría dar crédito de que esas personas serian capaces de hacer eso en su sano juicio.
Estamos de acuerdo que la economía capitalista ha obligado a que la gente joven se tenga que buscar la vida, para tomarse sus copas y no tener que pagarlas a cinco o seis euros, cuando por ese precio compran casi la botella. Pero eso no justifica que tengan que emborracharse fin de semana si y fin de semana también, que además dejen tirados los desperdicios, de botellas, bolsas y plásticos tirados por cualquier sitio, como si una piara de cerdos por allí hubiera pasado. Y nos quedamos con imagines como la de verlos tirados por el suelo envueltos en vómitos y haciendo sus necesidades en el primer lugar que se encuentran sin miramiento alguno.
Cuando a la mañana siguiente se pasa por los sitios donde se han pegado estos festines los jóvenes de hoy en día, nos entra la más entera desolación, y todos nos preguntamos si alguno de estos les gustaría tener en su propia puerta la basura y la mierda que allí han dejado. Por lo que el ayuntamiento tiene que mandar al servicio de limpieza, para dejarlo en perfecto estado para que el resto de ciudadanos podamos disfrutar del espacio público como siempre se ha hecho.
Es inadmisible que cuando estos convertidos vándalos se encuentran bajo los efectos del alcohol, monten los escándalos que montan y conviertan la vía pública en un campo de batalla, destrozando mobiliario y edificios que a su paso se encuentren.
Ante esta situación, se tiene que pensar que esto no puede ocurrir muchas veces, por que si no podíamos entrar en una anarquía que haría que estos vándalos tomaran la calle cada vez que les apetezcan con toda impunidad. Por lo tanto se tiene que hacer una modificación legislativa, para convertir estas situaciones en delitos graves, y todos aquellos que participen en ellos se vean ante los jueces y tribunales con una solicitud de pena bastante importante como para que no lo vuelvan a hacer más.
Otro tema de mucha importancia es que toda la sociedad tenemos que hacer un esfuerzo para que se inicien campañas de formación con el fin de que la mentalidad de estos jóvenes, no se vea pervertida por lo efectos del alcohol, y se aproveche al máximo su perfil de jóvenes en lugar del de vándalos que es el que nos muestran cada fin de semana.
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