LA VIDA A VECES SE PONE TONTA

En la vida hay momentos en los la angustia y la amargura rondan continuamente nuestra  cabeza, es como si fuera un run run que no puedes dejar atrás, que te transporta hacia la desesperación y la impotencia de ver como la vida que no nos trata demasiado bien a veces, quiere continuar dándonos la espalda y no dejar que podamos disfrutar de lleno de esos momentos que a uno lo llenan de paz y felicidad.

Pero no puedes ceder ni un milímetro, no puedes venirte abajo, cuando parece que ahora la vida va a volver a hacer de las suyas, y ha llegado el momento de tener que plantarle cara y coger impulso y que esta situación sirva para poder salir reforzado de ella, donde cada vez más te reafirmes en tus ganas de vivir y superarte, donde puedas encontrar esa paz y felicidad que tanto uno ha ido buscando.

La vida es así y a veces se pone un poco tonta, pero no es ni más ni menos que la prueba que nos pone para ver nuestra capacidad de maniobra y reacción en ella, por eso esta prueba que es muy dura de resolver, hay que afrontarla con tesón y valentía, nadie se puede arrugar ante cualquier situación, sobre todo cuando se trata de ayudar a una de las personas que tu más quieres en este mundo, que en los momentos difíciles te necesita y que espera que nunca le falles como hasta ahora lo has hecho y como uno muy bien lo sabe hacer, desde el cariño y la ternura desde esa persona llevas dentro y que eres capaz de transmitirle sin pedir nada a cambio.

Alguna vez el viento comienza a soplar a favor y es cuando empiezas ha darte cuenta que todo ha merecido la pena, que por lo que tu has luchado empieza a tener su recompensa, que esa flor que tanto has regado en tu jardín, florece y da sus frutos, que nos permite en ese momento poder levantar la cabeza y suspirar de alivio, viendo como lo que un día era amargura y desesperación, se acaba convirtiendo en alegría y jubilo, que nos satisface enormemente.

Estas situaciones, son las que nos engrandecen en la vida las que convalidan esos malos ratos que hemos podido pasar, por que estas acciones que se hacen por que si, sin pedir nada a cambio, si no solamente por poder ver el cara la felicidad y orgullo de quien en un momento te necesitó, y que será capaz de reconocer nuestro trabajo y dedicación a él, que sellara y reafirmará en su corazón el cariño que nos pueda tener, siendo así nuestro amigo y cómplice, que nos acompañara durante toda nuestra vida, nos sitúan en un lugar privilegiado.

En la vida hay que ser fuertes y no arrodillarse ante estas adversidades, por que, aunque a veces se ponga un poco tonta, cuando menos no lo esperamos el santo se pone de cara y es mucho y bueno lo que nos queda por delante para disfrutar el día a día.