La pasada semana el presidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero, remodelaba de forma profunda el ejecutivo de la nación, y entre esas remodelaciones entro la salida del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino de Elena Espinosa, y con ello se cierra una de las etapas más oscuras que ha tenido este ministerio, tanto en su vertiente de agricultura, como en la de medio ambiente.
Me imagino que cuando a uno o una lo nombran Ministro, le hará una gran ilusión, por ser una de las pocas personas que dirigirá, los destinos políticos y económicos del Estado en base a su propia ideología, y desde unos principios que ha venido practicando a lo largo de su vida, y por supuesto desde su trayectoria política.
Pero la cosa no es tan así, cuando uno se sienta en el sillón del Ministerio y se le empieza a desplegar el abanico de problemas, que desde el cargo, que tan feliz había ocupado tiene que resolver, unos de forma inmediata y otros más medio o largo plazo, pero en definitiva, todos al unísono, para el interés general y el buen funcionamiento del Estado.
Los problemas de la Agricultura, la ganadería, y la pesca, son de lo más variado que podemos conocer, y también conocidos por todos, por lo que creo que la nueva ministra no tendrá que perder mucho tiempo en analizar cuales son los problemas que de inmediato tiene que resolver.
Está claro que el cambio en el MARM, no se puede quedar en un solo cambio de la cabeza del mismo, de cara a la galería y nada más, ese cambio tiene que ser profundo, y con ello debe llevar aparejado un cambio radical de todo el equipo de la anterior etapa, para que de verdad comience a surtir efectos los aires nuevos que de manos de Rosa Aguilar llegan al ministerio, y que tanta falta nos venían haciendo a todos los que de una forma u otra de esto vivimos.
Es público y notorio que la política agrícola, nos viene demasiado marcada por la que nos cocinan en Bruselas, y sobre todo por los aíres liberizadores que desde allí soplan, con lo que la ideología, casa un poco mal con la ideología de corte social demócrata que nos gobierna en España, por lo que el trabajo es mucho más complicado, ya que a cada paso que se intente dar, no vamos a encontrar con un muro que muchas veces será infranqueable, que se nos pondrá de obstáculo y parapeto para no dejarnos que nuestras ideas y propuestas puedan salir adelante.
Pero es ahí donde se demuestra la altura y valentía de los grandes políticos, de los que no se arrugan o arrodillan ante nada ni ante nadie, pese a tener el viento muy en contra, se sobrellevan y capotean el temporal, siempre arrimando el ascua a su sardina, buscando y dando soluciones a su gente por encima de todas las cosas.
Hay un gran sentir o deseo para que esta nueva ministra traiga esos aíres frescos que tanta falta nos hace, que con el poquito margen de maniobra que le queda, gobierne desde su ideología, eso sí, pero por supuesto preservando siempre el interés general de todos los hombres y mujeres del campo y la mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario