"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

NOS HACEN FALTA MUCHOS MARCELINOS

En esta semana seguro que han corrido ríos de tinta, en todos los medios, para ensalzar la figura de Marcelino Camacho, desde todos los ámbitos, el personal, el político, el sindicalista, en definitiva todas y cada una de la vertientes de la vida que este señor ha podido presentar a lo largo de su existencia.
La figura de Marcelino Camacho, no es sólo la figura del que fuera Secretario General de Comisiones Obreras, o la del Marcelino Camacho diputado del Partido Comunista de España. Sino va mucho más allá como un la de hombre luchador, comprometido con unos ideales, a los que nunca traicionó, y por los que nunca se arrodillo ante nadie, llegando incluso a tener que pasar buena parte de su vida en prisión, por no ceder, ni doblegarse al yugo del franquismo.
Marcelino en su día propugnaba unos valores que hoy están escritos con letras mayúsculas en muchas partes, desde la declaración universal de los derechos humanos, hasta nuestra Constitución de 1.978, y no eran otros que la libertad, la igualdad, la justicia o el pluralismo político. Valores que al parecer hoy ya no tienen tanta importancia como en su día la pudieron tener y por lo que personas como estas lucharon hasta el máximo, con el único fin de poder tener lo que hoy todos conocemos como un Estado social y democrático de Derecho.
Ahora en esta época que nos ha tocado vivir, parece que tener un Estado social y democrático de Derecho, ya no tiene importancia, que eso ya es una retórica del pasado, que ya casi nadie le hace caso y que por supuesto no sirve de mucho. Tanto es así que ya buena parte de las conquistas que hombres como este hicieron en su día, derramando sangre, sudor y lágrimas, se tienen que recortar y si es posible muchas de ellas eliminarlas. Pues hay que seguir dejando paso al liberalismo capitalista, para que imponga su filosofía, y nos vuelva a subyugar de la manera más bil y sigilosa posible y con una mayor inteligencia que lo hicieron en el pasado.
España o el mundo, no puede perder el referente de esos ideales, que marcaron la transición y sobre todo fueron el referente y la lucha para una generación, que poco a poco se nos esta yendo sin hacer ni ruido. Sino seguir la senda de unas líneas muy bien marcadas y perfectamente definidas de por donde tiene que ir todo esto. Líneas a las que personas como Marcelino Camacho contribuyeron a que se trazaran, en una época que era bastante difícil, que podía perfectamente haberse visto empañada por el rencor, por la venganza o el odio que se había sembrado durante más de cuarenta años. Sin embrago hombres como este supieron templar gaitas, moderar y atemperar el debate, para que sin moverse ni un ápice de su discurso, fueron cogiendo uno a uno los objetivos que hacía tantos años se habían fijado.
Pero hay una cosa que a nadie se le puede olvidar, y no es otra que la capacidad de dialogo que él tenia, demostrando una y otra vez que ante todo en la vida lo que había era que ser demócrata, ese espíritu, el de Marcelino, no se debe perder por que en la época que vivimos nos hacen falta muchos Marcelinos.

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