Una vez que ya los villancicos suenan algo lejos, que ya estamos apurando los últimos mantecados y turrones, que hemos enviado, seguramente, centenares de sms deseándole al primero que nos hemos encontrado en nuestra lista de contactos, paz, amor, felicidad y los mejores propósitos para este año que arrancamos ya.
Ahora nos toca volver ha enfrentarse a la cruda realidad que habíamos dejado aparcada ni siquiera hace unos días para hacer el paréntesis de las fiestas navideñas. Y esa realidad vuelve a mostrar su otra cara, las más amarga, la cara de la desesperación por un lado y la de la esperanza por otro, de tal manera que podamos remontar todo lo malo que nos rodea lo antes posible, y poder tomar un impulso que nos lleve a senda en la que todos nos gustaría andar.
Son muchos los contratiempos a los que hay que enfrentarse a lo largo de todo un año, muchos de ellos marcados por esta feroz crisis, pero al final, de todas las crisis se sale, y de esta también saldremos con toda seguridad.
Pero muchos contratiempos no tienen nada que ver con la crisis, y si que dejan marcado a cualquier persona en la que se cobijan, me refiero a aquellos que vienen de la mano de situaciones relacionadas con la salud, tanto la nuestra como la de los seres más queridos, y estos si que es verdad que muchas veces nos ponen a cualquiera en el disparadero de la impotencia y la rabia de no poder hacer nada ante cualquier adversidad que de esta forma nos viene a visitar.
En estos primeros días del año, en los que nos hacemos miles de planes y propósitos, y todos ellos con la convicción de que los vamos a lograr y que cuando estemos el día 31 de diciembre comiéndonos las uvas, volveremos la vista atrás y estaremos orgullos de haber cumplido los objetivos. Objetivos que en buena parte de ellos dependen de nosotros mismos, pero esos contratiempos no los teníamos marcados como tales objetivos, y ellos si que van a marcar y de que manera el devenir del año que con mucha ilusión ahora comenzamos.
Para estas personas en las que la salud suya o de los más allegados quiebra, es crucial que arranquen este 2.011 con las más enormes fuerzas del mundo, de tal manera que cualquiera de estos problemas se puedan ir superando poco a poco y se consiga salir de esa desafortunada situación en la que se puedan ver inmersos, y que estarían dispuestos a cambiarse por cualquiera que este parado y buscando trabajo a la desesperada.
Esperemos que este año 2.011 sirva para que nos traiga todo aquello que 2.010 no nos trajo y sobre todo para que se pueda llevar lo más lejos posible de nuestro entorno, lo malo que en el pasado año nos dejo, para que el arranque con ganas e ilusión que ahora hacemos pueda ser duradero y cada día sea un reto para poder llegar a conseguir la meta que nos fijamos cuando nos comimos la última uva del año que despedimos.
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