Días atrás se celebraba el día de la violencia de género, con una gran movida y respuesta social ante la violencia machista, cada vez más implantada en nuestra sociedad y entre los que nos rodean muchas veces. Sin que nosotros nos percatemos de lo que está ocurriendo hasta que se produce el fatal desenlace, y que termina siendo la victima número no se cual de esta fatídica estadista y que a muchos no nos hubiera gustado que nunca se creara.
Esta violencia de género, que ha existido desde los inicios de la sociedad, y que en otros tiempos estaba incluso bien vista por el resto de la sociedad, e incluso en muchas ocasiones amparadas legalmente en el código penal, para que el maltratador, se viese como un héroe que lo único que había pretendido era corregir y guiar por el buen camino a la mujer, y llegando incluso a tener que disponer de su vida si tenia que limpiar su honor.
Pero afortunadamente todo esto ha cambiado, en cuanto a la legislación, y en estos momentos esta violencia es un delito cuando menos, y en muchos caso un agravante de muchos de ellos, que lleva una mayor pena para cada una de las acciones que esto delincuentes han realizado muchas veces, y casi siempre amparándose en la debilidad de la pareja y en el miedo que día tras día y paliza tras paliza, sufrían sus victimas de manera callada y silenciosa, en todos los estamentos de la sociedad.
Cuando alguno de estos maltratadores realiza algún acto de este tipo, ejerciendo su superioridad ante la persona que es su pareja, no se sí se habrá parado y pensar si esa mujer fuese su madre, su hermana o su hija, si le gustaría verla en la situación en la que pone él mismo a su pareja. Probablemente la respuesta seria un no rotundo y sin vacilación alguna, pero no aplicaría esa máxima de no querer para los demás lo que no quiere para los suyos.
Es bueno que cada vez más estas personas se sientan rechazados por toda la sociedad, para que también afloren todos los maltratos ocultos que existen en esta sociedad, y que muchas veces están en la figura que menos nos esperamos, que incluso nosotros mismos lo teníamos como la pareja ideal o el marido ejemplar. Que durante mucho tiempo ha estado sometiendo minuto a minuto a la mujer como si de un objeto se tratara.
El objetivo de todo esto tiene que ser erradicar esta nueva plaga y que todos los días sean el día en contra la violencia de genero mientras haya tan siquiera una mujer que se tenga que aguantar los golpes vejaciones o maltratos del que es su pareja, dejándola apartada y anulada y en definitiva muerta en vida, para que nunca más se pueda ver como la persona que es.
Es por eso por lo que las mujeres no deben dejar que esta plaga se extienda y ante cualquier atisbo de maltrato, acudir sin contemplaciones y poner la correspondiente denuncia, para que la justicia ponga a estos allá donde deben estar y no es en otro sitio que entre rejas para que se les olvide su grado de superioridad con la que un día fue su mujer.
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