HAY QUE SER COMPETITIVOS

En los últimos tiempos se le llena la boca a mucha gente dando recetas a todos los empresarios Españoles sobre como tienen que gestionar sus empresas, de cualquier sector al que pertenezcan, y la palabra que más se repite es la de competitividad, acompañada de la frase de que hay que ser competitivos en el mercado globalizado donde nos encontramos, pues el mercado lo abarca todo, ha traspasado las fronteras de todos los estados y forma eso que todo el mundo llama aldea global.

Cuando tiramos del diccionario, nos encontramos que uno de los significados de competitividad es la rivalidad para la consecución de un fin. Y si seguimos desenredando la madeja, podemos ver que competitividad viene de competencia, y como tal en uno de sus significados de competencia nos encontramos con una curiosa acepción de esta palabra definiéndola como la situación de empresas que rivalizan en un mercado ofreciendo o demandando un mismo producto o servicio. Por esto y según estas definiciones, podemos entender que el ofrecimiento de ese producto o servicio debe hacerse en las mismas condiciones para todos y por supuesto con las mismas reglas del juego.

Pues si vamos más allá y nos piden que seamos competitivos en esta aldea global tenemos que tener bien claro estos significados. Esto visto así parece bastante fácil y bastante claro, pero en la realidad, estamos ante una de las cuestiones más complejas que pueda existir en el mundo entero.

Todos cuando nos dicen eso de la competitividad, nos hacemos la pregunta de ¿que es ser competitivo?, y claro está la respuesta no se hace esperar, y no es ni más ni menos que producir lo más barato posible, por esa rivalidad existente entre empresas. Pero si nos hundimos en las raíces de esta competitividad, nos damos cuenta que producir lo más barato posible no siempre es muy sencillo, pues esta aldea global ha llevado a que muchas empresas de los países desarrollados, trasladen sus centros de producción a otros países menos desarrollados, donde las mejoras sociales y salariales que tendría en el primer mundo cualquier trabajador, ni por asomo los tiene en el tercer mundo.

Entonces, cualquiera puede hacer la reflexión de que ser competitivos, es tener trabajadores en régimen de semiesclavitud, que trabajen durante horas y horas al día, sin descanso ni normas laborales, de seguridad e higiene, prevención de riesgos laborales, o las coberturas sociales de cualquier trabajador de los países más avanzados. O también está utilizando en la cadena de  producción, productos que hace años que están prohibidos en toda la U.E. Lo que está claro es que de esta manera se produce mucho más barato y se es muy competitivo. Así es que ya pueden empezar todas las empresas Españolas, a desfilar a uno de esos países del tercer mundo, por que allí es donde únicamente serán competitivos, y nunca aquí, pues las exigencias que las distintas normativas nos imponen, los dejan en un lugar deleznable. Y por supuesto a los trabajadores que se queden tirados o abandonados a su suerte, que se busquen la vida como quieran y de la mejor manera que puedan.

Por lo tanto como ha llegado la hora de ser competitivo, tenemos que hacerlo en el tercer mundo, por que aquí las reglas del juego no nos permiten llegar a esa competitividad que tanto cacarean muchos políticos y tecnócratas que desde uno u otro sitio nos mangonean, por que por supuesto, estos mismos nunca le exigirán nada de esto a esos productos que vengan del tercer mundo.