CASO GÜRTEL

En esta semana hemos conocido el levantamiento de parte del secreto de sumario del caso Gürtel, y al juzgar por las primeras indagaciones en el sumario, la cosa parece que es bastante seria, y que a muchos dirigentes del Partido Popular, comienza a dolerle la cabeza con toda esta trama, y otros muchos llegan incluso a sentirse avergonzados con todo lo que está cayendo y estando en boca del mundo entero.

Pero a quien más le estará doliendo con casi toda seguridad, será a su presidente Mariano Rajoy, para él, no es un plato de buen gusto el tener que desayunarse cada día con un nuevo escándalo, en el que se ven implicados colaboradores suyos muy allegados, y que realmente lo ponen entre la espada y la pared.

Estos señores del PP, habían sido intransigentes, con el Partido Socialista cuando la sombra de la corrupción sobre él también planeaba, azotando sin piedad a los líderes de este partido hasta que los descabalgaron del  Gobierno de la Nación.

Ellos venían de puros e inmaculados, con una actitud ejemplar y ejemplarizante, para aquellos que metían la mano en el cajón, o quedando al margen de la ley intentaban financiar a su partido de una manera irregular, valiéndose de tramas como la que actualmente y según las primeras valoraciones del sumario, parece ser que tenían fraguada algunos.

Contra la corrupción no se puede ser permisivo ni un sólo ápice, puesto que lo que al principio parece que no tiene la mayor importancia, al final acaba por comerte ese monstruo a ti mismo. Por lo que a Rajoy no le tiene temblar la mano ni un milímetro, sacar su raza y coraje de líder, ponerse el traje de faena y empezar a esculcar en la caja de las manzanas podridas que le han dejado en repartidas en muchas sedes de su partido, por que de no ser así, todos sabemos que cuando aparece una manzana podrida en una caja termina pudriendo a las demás, y como aquí huele a podrido hay que abrir las puertas y ventanas de la casa para airearla, caiga quien caiga.

Esta claro que un estado de derecho como el nuestro, existe lo que se llama la presunción de inocencia, pero en la clase política el margen de presunción que tienen sus dirigentes es mucho menor que el de cualquier ciudadano de a pie, por lo que ante todos estos indicios tan evidentes, alguien el PP tiene que dar ya un puñetazo en la mesa, para alejar todo lo más posible a este tipo de personas.

Y este puñetazo le toca darlo ni más ni menos que a su Presidente, para que los ciudadanos lo sigan viendo como una persona que es capaz de solventar la crisis por la que estamos atravesando, pero para eso hay que demostrar que tenemos el patio bien organizado, por que si ante un problema en nuestra propia casa, no somos capaces de resolverlo, pues imaginasen ustedes lo que pensara y la confianza que la ciudadanía tendrá en los dirigentes de un partido que un día aspira a ostentar el poder ejecutivo de mi País.