"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

DIA DE LA MUJER

El día 8 de marzo se ha convertido en un día histórico para la mujer en muchos aspectos. Lo que en un principio comenzó por ser el día internacional de la mujer trabajadora, se ha consolidado en un día de reivindicación de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, para que realmente los poderes públicos remuevan todos los obstáculos, y que más pronto que tarde esa añorada igualdad pueda ser una realidad.
Pero el 8 de marzo es una fecha muy señala en el calendario, en la que también se cumplen cien años desde que el Conde de Romanones derogara la Real Orden de de 11 de junio de 1888, mediante la Real Orden de 8 de marzo de 1910, en la que se disponía que: “las mujeres sean admitidas a los estudios dependientes de este Ministerio como alumnas de enseñanza privada, y que cuando alguna solicita matrícula oficial se consulte a la Superioridad para que ésta resuelva según el caso y las circunstancias de la interesada. Considerando que estas consultas, si no implican limitación de derecho, por lo menos producen dificultades y retrasos de tramitación, cuando el sentido general de la legislación de Instrucción Pública es no hacer distinción por razón de sexos, autorizando por igual la matrícula de alumnos y alumnas. S.M. el Rey (q.D.g.) se ha servido disponer que se considere derogada la citada R.O. de 1888 y que por los Jefes de los Establecimientos docentes se concedan, sin necesidad de consultar a la Superioridad, las inscripciones de matrícula en enseñanza oficial o no oficial solicitadas por las mujeres siempre que se ajusten a las condiciones y reglas establecidas para cada clase y grupo de estudios”.
Atrás quedan las gestas de Concepción Arenal, cuando estudió Derecho en la Universidad de Madrid entre 1841 y 1846 como oyente, asistiendo a las clases disfrazada de hombre. Fue una mujer admirable, luchadora infatigable por los derechos de la mujer y la igualdad durante toda su vida. María Elena Maseras fue la primera mujer que consiguió en 1872 matricularse en una universidad española, con un permiso especial del rey Amadeo de Saboya para cursar estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona. Este permiso abría la posibilidad de cursar la carrera en régimen privado, pero no la facultaba para asistir a clase. Estos hechos que ahora nos parecerían una aberración y por los que nadie estaría dispuesto a pasar en la sociedad en la que vivimos, tuvieron que sufrirlos las mujeres de esta época y seguro que también se llevaban las manos a la cabeza como ahora nos las llevamos por otras muchas cosas que ocurren en nuestros días, con la igualdad efectiva y real y que desde siempre ha situado a la mujer muy por detrás del hombre sin saber muy bien por que.
En esta época ya es hora que la mujer ocupe el puesto que le corresponde por su valía y saber, por su esfuerzo y trabajo, y no que deje de estar por ser mujer o lo este por eso mismo. Al final la mujer y el hombre son exactamente iguales en todos los aspectos sociales de la vida, no puede existir una clase en la que la diferencia sea uno u otro sexo, por que los años de lucha que las mujeres llevan para ser vistas por la sociedad en igualdad al hombre, tienen que seguir dando sus frutos, igual que lo hicieron aquellas luchas de hace cien años.

No hay comentarios: