"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

YA ESTAMOS DE FERIA

La feria en honor del condestable Lucas de Iranzo, encara su recta final. Ha sido la pasada una semana de diversión y punto de encuentro en el recinto ferial, en el que las casetas han estado como se dice en el lenguaje coloquial a revienta caldera, corriendo la cerveza, la manzanilla y la paellas por todas partes.
Pero siempre que llega la feria de San Lucas, me acuerdo de las historias que me contaba mi abuelo cuando niño, de las peripecias que pasaban en la feria de ganado,  a la que llegaba el ganado de todos los pueblos de esta provincia y de las del alrededor. Esta era la última que se celebraba en el año, y a ella acudían para vender los muletos que durante la primavera habían nacido así como hacerse de buenas bestias para de cara a la recolección de aceituna estar bien preparados, para afrontar con garantías la época de alzada de las tierras de la primavera y el verano.
Me quedaba yo como un niño embobado al lado de mi abuelo escuchándolo como me contaba el viaje que hacían hasta Jaén un gran número de mulos de reata, y que cuando llegaban pasaba lo que pasa casi todos los años, que llovía, y había que resguardarse de la lluvia durante los días que duraba la feria de ganado, y por entonces lo hacia cubriéndose con los aparejos de la bestia que a modo de tienda de campaña improvisada les servían para mojarse lo menos posible.
Ahora esto ya se ha perdido, aunque en el club hípico se hace el intento por recuperar esta feria de ganado, que ya nada se parece a la de antaño, por dos razones principalmente, la primera por que ya las explotaciones agrícolas se ha sustituido el animal de tiro o carga por potentes tractores con un desarrollo mayor, y la segunda por quedar el caballo reducido a un elemento recreativo y de diversión, en torno al cual se mueven importantes sumas de dinero, por tratarse un capricho y cuando menos un lujo.
Creo que la feria de ganado de San Lucas ya no llegará nunca a ser lo que fue, ni a tener esos días de trasiego de ganaderos y tratantes que de antiguo hubo, ahora parece mucho más una exposición de los mejores ejemplares en el club hípico para el deleite de aficionados y curiosos, en el que alguna de las transacciones comerciales suelen ser multimillonarias, por no importarles a los que las hacen el dinero pagado, si no más bien el capricho de tener uno de esos hermosos ejemplares.
Pero hay una cosa que con el paso del tiempo cambia poco en San Lucas, la lluvia, que fiel a su cita nos acompaña casi todos los años en mayor o menor cantidad haciendo esta que los visitantes de la misma se tengan que resguardar en alguna de las muchas casetas del recinto ferial, o se tenga que suspender alguna de las corridas de toros de la última feria  taurina de la temporada, la que cierra cartel en España, pero de eso no puedo hablar yo por que mis conocimientos taurinos son escasos ante prestigiosos personajes del mundo de toros de esta provincia.

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