PLAN OCHO MIL

Las elevadas tensiones en los mercados financieros se han terminado traduciendo en un endurecimiento considerable de las condiciones de crédito, dificultando el normal desarrollo de las actividades económicas de familias y empresas, decidiendo el Gobierno poner en marcha diversas medidas, con lo que hace unos días finalizaba el plazo para la presentación de proyectos con cargo al llamado Plan Estatal para el Estímulo de la Economía y el Empleo, dotado con ocho mil millones de euros, y que coloquialmente es conocido como plan ocho mil.

Son muchas las esperanza que por parte de todos se tienen puestas en los fondo que desde esta plan llegaran a los municipio de la provincia de Jaén, para que sirvan de estímulo y acicate para reactivar la tan maltrecha economía que estamos padeciendo.

Pero tenemos que ser astutos y no malgastar el dinero de cualquier manera, y lo que hagamos que sea una inversión que sirva para el futuro como un proyecto generador de empleo en todos y cada uno de los pueblos de nuestra geografía.

El mismo Subdelegado del Gobierno, Fernando Calahorro hace unos días ponía a Martos como ejemplo de seguir en la prontitud a la hora de la presentación de proyectos, confirmando que los 17 proyectos presentados por el Consistorio, han recibido la aprobación de la Subdelegación y dentro de unos días se espera la aprobación de los mismos por el Ministerio de Administraciones Publicas.

También la Alcaldesa de la Capital Carmen Puri Peñalver anunciaba que los barrios serán los beneficiarios de los proyectos de este plan, aunque todavía no conocemos en que consistirán esos proyectos, espero que le puedan serles útiles a la población de los barrios y permitan generar un empleo de calidad estable y duradero, en una provincia que las cifras del paro se mantienen como un gigante con pies de barro, donde el único sector que por ahora aguanta el tirón es el del olivar por que se está en campaña de recolección.

Los regidores municipales, no se tienen que dejar llevar por el rebufo de este dinero, y ser inteligentes utilizando estos para intentar terminar de una manera definitiva con el paro en su pueblo, que lo único que hace es crearles a ellos quebraderos de cabeza, generando un malestar entre la población.

Hay que fijarse que el plan de reactivación coincide con una EPA que ha pulverizado las previsiones del Gobierno situando el paro en un amenazador 14% elevando el número de desempleados a 3,2 millones y cifrando en ochocientos mil los hogares que tienen a todos sus miembros sin trabajo; la situación no esta como para hacer demasiadas tonterías, por lo que hay que dejarse de pantomimas, tener los pies en el suelo y pisar fuerte, por que lo Reyes Magos no vienen todos lo días. El importante gasto público dedicado al llamado plan ocho mil deja sin margen de maniobra al Gobierno para afrontar el futuro de la crisis lo que compromete al Ejecutivo y a los entes locales a obtener el máximo rendimiento a la iniciativa supervisando al límite la eficacia de las inversiones.