"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

LLEGAN LAS NAVIDADES

El lunes de la semana que viene empiezan con el tradicional cántico de la lotería de navidad de los niños del colegio de San Ildefonso, que cada año da el pistoletazo de salida a la Navidad.
Siempre me he preguntado cual es el verdadero sentido de la Navidad, por que si nos paramos a pensar bien y analizamos desde el principio, la Navidad nació como fiesta de la religión Católica para conmemorar el nacimiento de Jesucristo, que de una familia humilde había nacido en condiciones de la más absoluta pobreza.
Pero en estos días que vamos ha vivir a partir del lunes creo que la Navidad más que fiesta religiosa se ha convertido en una fiesta pagana, en la que se aprovecha la ocasión para unir las familias en torno a estos días y así poder confraternizar y en la medida de lo posible intentar pasar unos días de sosiego y felicidad.
Con la excusa de que Dios ha nacido, se canta, se baila y se ríe, en todas, o  la mayoría de las casas de este país, llevándonos al consumo más desacerbado que se pueda imaginar. Y ha ese consumo me vengo a referir, que en estos días se aprovecha todo el mundo de él y sin hacerle caso a la crisis, todos en la medida de nuestras posibilidades, no desatamos sin miramiento alguno.
Todo empieza en  los primeros días de diciembre, cuando las ciudades se engalanan con alumbrados especiales que ya muchas de ellas lo venden como reclamo turístico para que se acuda a ella con la cartera llena de billetes y empecemos el melón de las compras navideñas de los regalos, que nunca pueden faltar en estas fechas.
A esto le sigue el adorno y ornamentación de los comercios y establecimientos de nuestro entorno, que en muchos casos su alumbrado superan con creces a los que cualquier ayuntamiento montan con miles apuros en cada una de sus calles.
Estos adornos continuamente están invitando a todos los que cerca de ellos pasan a que entren en su interior, que la oportunidad que se le presenta puede ser inolvidable, a la vez que aprovechan cualquier cosa para convertirla en tradicional y que nos entre por los ojos sin que nos podamos resistir a ello.
El esfuerzo económico que estas fechas se hace es grandísimo, desde ayuntamientos, familias, empresas, etc. Todo este esfuerzo es el que los comerciantes conocen a la perfección y tratan de aprovecharse de él. Pero nosotros tenemos que se más inteligentes y no dejarnos llevar por reclamos que luego nos hacen que la cuesta de enero sea cada vez más dura y nos acordemos de los excesos que se hicieron en la navidades.
Por eso creo que lo mejor es que develemos el misterio de que si esta fiesta es religiosa o pagana, o más bien que sigamos como hasta ahora que aprovechándonos de la religiosidad de la misma y con esa excusa pasemos unos días de paz amor y felicidad que sirvan para que con cada copita que nos tomemos y cada villancico que cantemos, tengamos las pilas bien cargadas para la crudeza de un año entero.

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