"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

A PEDRO CASADO

La pasada semana nos dejaba para siempre Pedro Casado Perales, este Marmolejeño que paseaba su pueblo cada día en el corazón con orgullo por las calles de Madrid, donde desde niño vivía por los avatares del destino.
A sus treinta y siete años Pedro era un hombre lleno de vida, que forjaba su futuro con honradez y decisión, y al que la enfermedad le ha podido en la lucha contra la vida, privándolo de ella, sin ningún tipo de miramiento, cuando todavía empezaba a vivir como otro quien dice.
Es un palo duro, durísimo, para todos el tener que hacernos la idea que ya no podremos cruzar palabra contigo, tu que eras una persona con talante y buen dialogo, que te gustaba ser amigo de tus amigos, resaltando en ti grandes valores como la humildad o la sencillez que como buena persona que eras, tenias y lo demostrabas cada día en tu trabajo, en tu entorno familiar, o con los amigos.
Cuando recibimos la noticia, casi no nos lo podíamos creer, por que todos estábamos convencidos que al final ganarías en tu particular lucha que habías emprendido, pero no pudo ser, el desconsuelo y el vacío se apoderó de nosotros e incrédulos tenemos que empezar a admitir lo ocurrido.
Seguro que desde la estrella que más brille en el cielo nos estarás guiando con tus buenas intenciones y consejos que siempre tenias para los demás, y cada día te alegraras de ver como hacemos todos las cosas como a ti te gustaría y trataras de darnos ese impulso que ahora nos falta por tu tan lamentable perdida.
Tu serás la guía de tu familia y amigos que le costará un gran trabajo el poder sobreponerse a lo ocurrido, pero no quedará más remedio que poco a poco hacerlo y sin olvidarte nunca replantearnos la vida de otra manera que hace tan sólo un par de meses no nos la imaginábamos ni por asomo que así fuera. Pero la vida es cruel y a veces nos suelta mazazos como este sin que nos los merezcamos de ninguna manera.
Cuesta mucho hacerse esta idea, que cada vez tomará más cuerpo y que no nos quedará más remedio que con resignación tengamos que aceptarlo, de que te perdimos para siempre, pero en el recuerdo seguirás vivo entre nosotros y a cada paso que demos te tendremos presente y sin que nada ni nadie sea capaz de borrar el cariño y la ilusión de la que nos impregnaste en tu fugaz paso por esta vida.
Ahora los que aquí quedamos nos no queda nada más que decirte que tengas toda la tranquilidad del mundo, por que cuidaremos como tu nos has enseñado, del pequeño Marco y de tu viuda Maria Ángeles, y les ayudaremos a poder sobreponerse y a tu hijo trataremos de inculcarle los valores que tu siempre has transmitido. Y a ti siempre te llevaremos en el corazón y cuando miremos al cielo y veamos la estrella que más brilla, estaremos convencidos de que desde arriba nos estarás mirando y animándonos para completar el proyecto que un día la enfermedad te lo trunco.

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