Una pandemia amenaza a la humanidad, con efectos devastadores y consecuencias para la población en general que pueden causar un indeterminado número de muertes que llegaría a ser incalculable por las autoridades sanitarias a nivel mundial.
El virus de la gripe H1N1, se acerca hasta nuestro país, después de haber causado estragos entre la población de los países del hemisferio sur donde ahora es invierno, por lo que se prevé que cuando el invierno llega hasta estas latitudes, las consecuencias sean muchos mayores, por haberse reforzado el virus.
No sabemos si esas consecuencias serán mayores o menores, la incertidumbre que nos asalta es importante, y son muchos los interrogantes que tenemos en nuestras cabezas con respecto a esta pandemia que se ha extendido ya por todo el mundo.
Dar un beso ahora a cualquier conocido o persona que acabemos de conocer, puede ser un grave riesgo para nuestra salud, y nos puede llevar incluso hasta la muerte, por ser esta una de las formas de transmisión de virus, o también el santiguarnos con agua bendita, besar los mantos de nuestras imágenes de culto veneradas, o simplemente pasar al lado de alguien que tenga la Gripe A, puede ser causa de contagio para cualquier persona.
Ante todas estas pandemias siempre surge una alarma desmesurada, aún habiéndonos advertido que las consecuencias de esta enfermedad, pueden ser como una gripe normal, que también causa bastantes muertes todos los años.
El problema que aquí existe es que la cepa de este virus es totalmente nueva, y nos ha cogido a todos sin la correspondiente preparación de vacunas y retrovirales que le puedan ir bien a esta, por eso es la alarma creada ante la posible falta de vacunas o Tamiflu para combatir los efectos de la Gripe A.
Las autoridades sanitarias, tiene que dar una respuesta contundente y sin vacilaciones a las consecuencias que puede ocasionar esta pandemia, y por supuesto, explicarnos con todo detalle a los ciudadanos los riesgos que corremos ante el virus. Siendo esta la única forma que desaparezca el miedo y no tengamos que estar pendientes de todas las barbaridades que muchas veces escuchamos y que producen una alarma injustificada para los ciudadanos de a pie que vemos como comienzan a usarse mascarillas o se saturan los servicios de urgencias de cualquier hospital de nuestro país.
La verdad es que todos sabemos que se está montando un importante dispositivo entre las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Sanidad, para tratar de combatir los efectos tan perversos que pudiera tener la enfermedad.
Lo que si tienen que hacer los políticos de este país es que se mantengan al margen de todo esto y que no usen este virus como arma arrojadiza en la política, y que dejen a los especialistas, para que sean ellos y sólo ellos los que nos digan a todos lo que debemos y no debemos de hacer, y estos se dediquen a hacer política con otras cosas y no jugar con temas que pueden ser de vital importancia para esta sociedad.
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