Para 8 personas: 1 kg. de patatas – 1 huevo – 1/2 kg. harina – Sal
Hervimos las patatas peladas enteras en agua con sal. Una vez cocidas las trituramos con un tenedor cuando todavía estén calientes. Rápidamente agregamos la harina y mezclamos bien. Incorporamos el huevo batido y lo trabajamos todo junto. La masa debe quedar compacta y despegarse con facilidad de las manos. Formamos sobre una superficie enharinada unas tiras redondas y largas, como longanizas, y las vamos cortando en porciones pequeñas (podemos rayarlas un poco con un tenedor) y las vamos echando en agua que ya esté hirviendo con sal. En cuanto salgan a la superficie es que ya están hechos (aunque a mí me gusta dejarlas un minuto más) y los vamos sacando con una espumadera. Después se rehogan en mantequilla y se sirven con salsa de tomate, boloñesa, roquefort, salsa de ahumados, a base de nata, de queso, o alguna otra adecuada para pasta gruesa. Aquí podéis ver ideas de salsas para pastas.
- Podemos darles un color rosado añadiendo a la masa una cucharada de salsa de tomate frito.
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