"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

EL PACTO DEL EURO

El llamado Pacto del Euro consiste en un paquete de medidas acordadas por los diecisiete países que forman la zona euro destinadas fundamentalmente a combatir la crisis y la deuda. El problema es que más que contribuir a solucionar el desempleo y la parálisis del tejido productivo europeo, va a conducir inexorablemente a un mayor empobrecimiento de los ciudadanos. Esto significa seguir mermando capacidad de consumo de las familias y del Estado, y no parece que esto sea lo más acertado para impulsar la recuperación económica.
En la agenda del pacto del Euro el 11 de Marzo de 2011 los jefes de estados de la Eurozona se reúnen y deciden comprometerse a adquirir medidas en sus países para “proteger el euro” Los días 24 y 25 de marzo de 2011 estos y otros jefes europeos que quieran tomar las medidas, vuelven a reunirse y aprueban el pacto por el Euro. Tal y como queda la agenda del euro aprobado en este pacto, los países se volverán a reunir el27 de junio para presentar a la Comisión las medidas, leyes y reformas propuestas y/o en marcha en sus respectivos países La Comisión prestará especial atención alas medidas de los “países con más dificultades”, entre los que se encuentra el estado español.
La mayor parte de las medidas recomendadas a España por la Comisión Europea el pasado día 7 no dejan lugar a dudas sobre lo que nos espera. Que nos hacen que tengamos que abrir más agujeros en el cinturón, pues entre otras muchas medidas habría que resaltar la de reducir las cotizaciones a la seguridad social y aumentar el IVA y los impuestos sobre la energía. Esto significa en principio recortar los salarios, ya que las cotizaciones a la seguridad social son también parte del mismo. Pero es que además las cotizaciones sociales financian las prestaciones cuando estamos de baja por enfermedad, las pensiones contributivas, el desempleo y la formación profesional. Esto se plantea en un momento en que se está cuestionando la financiación pública de la sanidad, se cuestionan las pensiones, el desempleo está disparado y la formación profesional y reciclaje de los miles de trabajadores expulsados de sus trabajos es imprescindible.
Incluso el impulso de la competitividad, el ligar los salarios a la competitividad. Para ello se plantea llevar a cabo un seguimiento durante un periodo de los costes laborales por personas y la productividad y comparándolos con la evolución en otros países de la zona euro. Problema de esto por ejemplo es en que la agricultura en estos términos no es productiva / competitiva: La productividad es igual al precio por kilo que recibe el agricultor dividido por el número de horas dedicadas a producir ese kg. Ahora sólo queda compararlo con la producción de un kilo de gominolas Haribor (Alemania), por ejemplo...Entonces, ¿significa eso que no somos competitivos? ¿Qué no trabajamos?. Para vender, tendremos que sudar sangre, o trabajar más y cobrar menos. Esta es la idea de competitividad entendida solo desde un punto de vista y con una mirada a corto plazo. El Pacto del Euro es el consenso de la resignación: sin tener en cuenta a los que salen ganando, asumiremos que nuestro camino consiste en regresar, paso a paso, al siglo XIX.

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