"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

UNA CAÑA PARA LA CRISIS


El Paso miércoles, el gran periodista de este Diario, Jorge Pastor, publicaba un artículo que lo titulaba El 'cañeo' tumba a la crisis, y en él se refería a los buenos augurios que es sector de la hostelería pretende cosechar en estos días de Semana Santa, en los que como muy bien decía en su artículo “la confluencia de tres factores ha ‘resucitado’ Jaén tras un triste y tedioso invierno. Por una parte, la llegada del buen tiempo. Por otra, las ganas de salir y de romper rutinas. Y por último, las procesiones”.
Cierto es que cuando se acerca el buen tiempo y llega la primavera se intenta cambiar de hábitos y se inicia aunque sea sin darnos cuenta una vida con un marcado carácter más social, que hace que la gente salga mucho más a la calle y que los maltrechos ahorros que durante el invierno se han podido con miles apuros guardar, empecemos a gastarlos en compras, cañas y nuestro ocio particular, que es siempre el primer damnificado cuando se trata de hacer recortes y reajustes en nuestra economía.
La verdad es que el artículo de mi amigo Jorge Pastor, recoge el sentir del corazón comercial de la Ciudad de Jaén, donde hosteleros y comerciantes, desearían ver a diario esas calles como las están viendo estos días, abarrotadas de gente comprando y consumiendo en bares y terrazas, como sí de otra época se tratase, donde la abundancia rebosaba por cualquier esquina y cualquier negocio o actividad era floreciente y le otorgaba pingües beneficios a sus titulares.
Pero ese espejismo es como si viésemos el oasis en el desierto de la crisis que por unos días nos hace olvidarnos de ella para que podamos de alguna manera disfrutar de estos días de descanso a tope y aunque sea en nuestra propia ciudad, sirva para evadirnos de las típicas rutinas que día tras día se van padeciendo, y a las que se volverán a buen seguro si nadie lo remedia, pasada la Semana Santa, pues no está la situación como para poder tomarse muchas cañas en los muchos bares o terrazas que en el centro comercial de Jaén capital hay instalados.
La verdad es que el hacer que nos apretemos el cinturón una y otra vez, ha ocasionado una parálisis de la economía provocando que una tras otra vayan cayendo todas las fichas de dominó, hasta que nos hemos visto con el agua al cuello, con unas cifras de paro que no invitan a ninguna recuperación y sobre todo a que esta costumbre de tomar cañas que por estas tierras arraiga, pueda ser algo de continuo que sirva para que el sector de la hostelería y el comercio empiecen de alguna manera a despegar y a generar empleo como en sus mejores años lo hicieron.

Ahora empiezan a darse cuenta que los ajustes que nos ha impuesto Bruselas y el FMI, nos han hecho mucho más pobres que lo éramos antes del boom inmobiliario, dejando nuestros bolsillos tan vacios que apenas tengamos para poder tomarnos unas cañas en los días de Semana Santa, en alguna de las terrazas de nuestros pueblos y ciudades, que con el buen tiempo apetece estar sentados en ellas, escuchando los sones de alguna cofradía en su estación de penitencia. Pero que cada vez se hace más cuesta arriba el poder rascarnos el bolsillo para sacarnos unos cuantos euros con los que poder pagar esas cañas que bien dice Jorge Pastor que sirvan para paliar la crisis, que por lo menos si no nos la quitan de manera definitiva, y bastante duradera en el tiempo, si nos permiten de un u otra forma que podamos ir pasándola a tragos. Tragos que nos quiten definitivamente el amargor y mal sabor de boca de una crisis que estamos pagando de lleno los que menos culpas de todo esto hemos tenido.

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