"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

LA SEÑO RAFI


Hace muchos años que llegó hasta mi pueblo natal, Campillo del Río, una de aquellas maestras que con su carrera recién termina venía a un pequeño pueblo con miles de ilusiones en su cabeza y quizás con la idea de que aquello sería pasajero y en un par de años estaría en alguno de los colegios de la capital o de los pueblos más cercanos a ella, donde a buen seguro estaría a tiro de piedra de su casa y se quitaría de tener que madrugar, coger el coche cada mañana y si saltaba el río dar una vuelta de unos 30 kilómetros más para poder llegar puntualmente al Colegio Público Federico García Lorca de Campillo del Río.
La Seño Rafi, como muy pronto comenzaron a llamarla todos los niños, empezó a impartir sus clases como los correspondientes documentos curriculares de cada asignatura le marcaban, pero no tardó en empatizar con todos y cada uno de sus alumnos y alumnas, de tal manera que los contenidos de cada asignatura se convertían en unos temas de aprendizaje que sus alumnos esperaban recibir como sí de algo nuevo y novedoso se tratase, como si fuese algo inédito, donde lo que la Seño Rafi les decía cada día venía a ser un nuevo conocimiento que de no ser por ella nunca habrían aprendido, no por no habérselo trasladado, sino por la forma como lo hacía.
Por aquellos años la Seño Rafi empezó a revolucionar la enseñanza con una manera de enseñar que parecía impropia para el tiempo en el que vivíamos, pero estaba claro que no sólo impartía conocimientos, sino también unos valores. Valores como el respeto, la tolerancia o la igualdad entre niños y niñas, entre otros muchos, que sirvieron para ganarse el cariño de todos y cada uno de aquellos que a su cargo estaban para formarlos y educarlos para que fuesen personas de provecho el día de mañana.
Esa forma de enseñar, tan particular, que ha demostrado la Seño Rafi desde el primer día que llegó a Campillo del Río, es la que la elevó desde un principio a la categoría de maestro, o más bien maestra. Puesto que todos los que están en la enseñanza son profesores, pero muy pocos son maestros, ya que el maestro a parte de tener los conocimientos de un buen profesor, sabe como enseñárselos a los niños y niñas siempre y en todo momento, sabe que técnica emplear para que como si de un juego se tratase, los alumnos y alumnas disfruten viniendo a clase y no quieran que las mismas se terminen, cosa extraña en los niños en esa edad, pero la Seño Rafi lo consiguió en todos y cada uno de los cursos en que impartió sus clases y ahora muchos de los niños y niñas a los que la Seño Rafi le dio clases, cuelgan en las paredes de sus casas o despachos títulos de suma importancia como los de ingenieros, arquitectos, fisioterapeutas, entre otros muchos. Personas que sus primeras enseñanzas se las realizó esta gran maestra.
Han sido muchos años los que día tras día la Seño Rafi llegaba puntual al encuentro con sus alumnos y alumnas, por lo tanto ahora le toca su merecida jubilación y descanso. Y por supuesto el reconocimiento por su gran labor de todos los campilleros y campilleras, y como no, el mio propio, pues mis hijos también forman parte de la gran familia de alumnos que esta gran maestra tiene en Campillo del Río.

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