"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

CIERRE DE 2019


Este será mi último artículo en este año 2019 y cuando me pongo delante del teclado del ordenador para escribir esas quinientas y algo palabras de cada semana, no sé muy bien a que la voy a dedicar, por aquello del espacio que dispongo y sobre todo por los muchos temas que se me pasan por la cabeza para dedicar ésta, mí última columna del año, en la que tantas cosas y tantas opiniones deseo expresar como colofón a este año 2019 que ya se nos va dando paso a un nuevo y flamante año 2020.
Pero por ser la última del año me he hecho el propósito de no criticar a nadie, de escribir algo que más bien me salga del corazón y no termine por enojar a aquellos sobre los que escribo dando mi opinión que puede, o no, estar equivocada, pero que en definitiva es mi opinión siempre y en todo momento. Opinión que vengo dando semana tras semana en estas cuantas líneas que muy amablemente me cede este Diario para que en ellas pueda expresarme como más me guste y con la total libertad del mundo.
Ahora que estamos inmersos en la celebración de las fiestas navideñas, suceden muchos rencuentros, aparte de aquellos típicos y normales con nuestros familiares y seres más queridos, tenemos esos encuentros con los amigos que por unas u otras circunstancias nos vemos poco a lo largo del año o más bien, no nos vemos de la manera deseada, por el devenir del día a día y por estar cada uno en nuestros quehaceres, que nos absorben casi la totalidad del tiempo. Encuentros que la mayoría de la veces son fortuitos o por casualidad, pero se convierten un gran rato agradable, de alegría y júbilo, distendido que nos hace olvidarnos del tiempo, con el fin de pasar un rato agradable que es de lo que se trata.
Podemos pasar una tarde o velada agradable con ese amigo o amiga que nos vemos desde el verano o tal vez con ese amigo que vemos todos los días, pero que por la rutina del trabajo no podemos pararnos con él y dedicarnos mutuamente el tiempo que a ambos nos gustaría, y que en esa tarde o velada, nos contamos largo y tendido nuestra vida y milagros de un tiempo a esta parte, para ponernos al día de acontecimientos y sobre todo contar esas anécdotas graciosas que nos han ocurrido desde el último encuentro que tuvimos.
La verdad que estas fechas para muchos son entrañables, para otros lo son mucho menos, pero tanto para unos como para otros son fechas en las que se hacen cosas más especiales que se suelen salir de la rutina del día a día y en definitiva eso es lo que las hacen especiales y sobre todo entrañables para todos, porque parece como si el corazón en estos días se nos ablandara para expresar y dar dosis de cariño y amistad que a lo largo del año se nos olvida o dejamos pasar por la normal rutina.
En definitiva, lo cierto, es que cuando vamos a terminar un año tratamos de hacer un balance de lo bueno y malo, de lo malo, para olvidarlo y sobre todo para hacer propósito de enmienda en el nuevo año que en unos días vamos a comenzar y en el que confiaremos nuestros proyectos y sobre todo nuevas ilusiones, eso sí, sin olvidar nuestros amigos y seres más queridos.

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