Llevamos varios meses
escuchando, leyendo o viendo noticias en las que nos indican la situación tan
maltrecha que está pasando uno de los grandes operadores del aceite de oliva en
el mundo. Situación que está llevando a Deoleo al borde de la quiebra técnica,
sin levantar cabeza desde hace ya bastante tiempo, tomando medidas que a veces
perjudican seriamente a una buena parte de sus accionistas, como es lo ocurrido
en la última asamblea de esta gran empresa, y el anuncio de una gran parte de
los accionistas minoritarios de impugnación de ésta. Los cuales están
dispuestos a presentar una demanda contra la compañía por considerar que la
misma vulneró su derecho de información y que las medidas adoptadas para resolver
su crisis implican un sacrificio desproporcionado.
La aceitera ha vuelto a
pegarse esta semana un nuevo batacazo en bolsa, al caer un 46 % en una única
sesión, desplome que se produce a las puertas de que la compañía celebre una
Junta de Accionistas extraordinaria clave para el futuro de la firma. Los títulos de la empresa acabaron han cotizado a 2,2
céntimos, por debajo del precio al que terminaron el pasado año (2,6 céntimos),
situación que deja muy tocada a esta compañía aceitera que opera con los
aceites de una buena parte de almazaras y cooperativas de la provincia de Jaén.
El panorama que se
cierne no baladí, toda vez que esta gran compañía compra y vende aceite, como
ya he dicho, de muchas de nuestras almazaras y cooperativas, las cuales le
están confiando su cosecha a una empresa que se encuentra en causa de
disolución, o al borde de ella, a la vista de las noticias que nos llegan por
parte de muchos medios de comunicación.
Siendo esto así debemos
ser conscientes de quien maneja nuestro aceite y a lo que nos estamos
arriesgando con ello, toda vez, que si
se produce una quiebra de esta compañía nos podemos ver con un gran agujero en
toda la provincia de Jaén, que nos llevaría a unas pérdidas multimillonarias. Siendo
éstas la ruina de muchos olivareros y olivareras y por supuesto la debacle en una
buena parte de los pueblos de Jaén, que se sumirían en una difícil situación de
crisis económica sin precedentes, teniendo como única salida la emigración a
bastantes kilómetros de su pueblo.
En la provincia de Jaén,
ya no podemos seguir mirándonos al ombligo mucho más, el reloj corre en nuestra
contra, por lo tanto debemos de una vez por todas capitanear un gran grupo
cooperativo español que controle alrededor de quinientas mil toneladas de
aceite, de las que más del cincuenta por ciento provengan de nuestra provincia,
siendo esta la única manera de poder ser influyentes en un mercado cada vez más
atomizado en la parte de la oferta y con cada vez menos firmas en la parte de
la demanda, que nos lo manejan a su antojo, con los resultados que todos
estamos viendo.
Por ello debemos tener
mucho cuidado, porque compañías como ésta, tiene una crisis de suma importancia
y sí la accionista mayoritaria se retirara, el crack económico sería enorme
para todo el mundo, no sólo los olivareros y olivareras, sino también
terminaría llevándose por delante a almazaras y cooperativas, a industrias
afines al sector y en definitiva a todo el tejido económico de muchos pueblos
que sólo está basado en el olivar y el aceite.
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