Esta semana hemos
conocido que la cantidad de aceite de oliva que la Unión Europea ha aceptado
para el almacenamiento privado en cada una de las categorías que se habían
ofertado es de tan sólo 3.650 toneladas, de las cuales 799,88 toneladas son
para aceite de oliva lampante y 2.850 para el aceite de oliva virgen. Todo ello
frente a las algo más de 113.000 toneladas ofertadas, de las cuales 3 ofertas
eran de aceite de oliva virgen extra, para 5.926 toneladas; otras 20 de oliva
virgen para 22.354 toneladas, y 47 de aceite lampante para 85.241 toneladas.
Pero si ya es irrisorio
la cantidad de aceite que se va almacenar en esta primera oferta, con tan sólo algo
más del 3% del total de las ofertas realizadas, mucho más lamentable es el
precio fijado de 0,83 euros por tonelada y día para todas las categorías de
aceite de oliva. Precio éste que a duras penas cubre los costes de
almacenamiento que tendrá ese aceite durante el periodo de retención que el
mismo debe estar inmovilizado en la bodegas de las almazaras y cooperativas, de
tal manera que la única herramienta de la que disponíamos los olivareros, con
estos datos y estos precios la Comisión Europea la deja totalmente inservible
para el fin que está destinada.
Esto supone una
tomadura de pelo más que tenemos que sufrir en nuestras propias carnes los
olivareros, que volvemos a ver como la Comisión Europea se pone más del lado de
los grandes oligopolios y las grandes multinacionales que de los propios
olivareros que son los que generan empleo y riqueza en nuestros municipios,
para poder mantener y fijar la población al territorio y alejar todo lo más
posible es fantasma que ya recorre muchos de los pueblos de la España vaciada.
De toda la situación
que se está dando y que estamos viviendo, hay que aprender todos los olivareros
de la provincia, que somos los que más nos jugamos en todo esto, debemos
dejarnos de mirarnos el ombligo, como lo venimos haciendo, para que de una vez
por todas podamos ser influyentes en el mercado de una manera firme y eficaz
que termine por redundar el precio percibido por nuestro aceite. Esta
influencia no es ni más ni menos que la provincia de Jaén tiene que entrar de
lleno en un grupo Cooperativo a nivel nacional para liderarlo y capitanearlo,
en el beneficio de miles de olivareros que componemos este tejido socio
productivo, un grupo que ante la situación que vivimos ya no puede ser sólo de
la provincia de Jaén sino del conjunto del Estado español, de tal forma que
pueda comercializar en el mercado mundial al menos quinientas mil toneladas de
las que la mitad o más provengan de nuestra provincia para así no estar a
merced de la cinco grandes firmas que contralan este mercado.
Ante esta situación ya
no valen prebendas y hay que trabajar en serio para plantarle cara la situación
que estamos viviendo y la provincia de Jaén tiene que salir al resto de España
y al mundo entero sin complejos, haciendo valer nuestra fuerza ante todos.
Fuerza que nos la da ni más ni menos el porcentaje de producción que nosotros
representamos ante los demás, que nuca lo hacemos valer y siempre vamos a
remolque de muchas iniciativas, que luego desde aquí lo que pretendemos es
destruir en lugar de aliarnos a ellas y poder ser fuertes, como digo, y por
supuesto bastante más competitivos.
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