Hace unos el Ministro
de Agricultura, Luis Planas, anunciaba que la Unión Europea había autorizado la
puesta en marcha del almacenamiento privado del aceite de oliva. Mecanismo que
se contempla en los reglamentos Comunitarios como herramienta que sirve para
poder paliar de alguna manera las situaciones de crisis que pudiera vivir el
sector, a consecuencia de las fluctuaciones que pueda sufrir el mercado y tensione
de alguna manera los precios a la baja, ocasionándonos importantes pérdidas a
los productores, tal como viene ocurriendo desde hace más de una año, con la
crisis de precios que se viene soportando por los productores del oro líquido.
Este mecanismo ha sido
activado en varias ocasiones cuando los precios han caído por debajo de los
umbrales que marca el Reglamento Comunitario, quedando demostrado que es
efectivo y eficaz para que de alguna manera los precios se puedan recuperar y
llegar a los niveles oportunos que cubran los costes de producción como mínimo,
en lugar de seguir perpetuados en el tiempo con unos precios que van muy por
debajo de esos costes, asestando un duro golpe a la economía de la provincia de
Jaén por depender en buena medida de este monocultivo del olivar.
Todavía recuerdo cuando
en 2009 se habló por primera vez del almacenamiento privado, donde mucha gente,
que hoy además lo piden a gritos, nos miraba con muy mala cara y hubo que hacer
tractoradas y movilizaciones, llegando inclusive a que el que por entonces era
Subdelegado del Gobierno, Fernando Calahorro, le pusiera a la COAG una
importante sanción por una tractorada en la Capital. Éste como buen economista
siempre decía que el problema del aceite de oliva se tenía que arreglar por el
propio mercado, teoría que realmente funciona cuando el mercado no está
manipulado en forma de oligopolio, como pasa en el del aceite, donde entre
cinco firmas controlan más del 80% del aceite envasado que se comercializa en
todo el mundo, con lo que hace saltar por los aires cualquier teoría de los
mejores economistas, por lo que hay que establecer mecanismos para cuando ese
mercado falla, y este del almacenamiento privado es uno de ellos.
Lógicamente esta medida
del almacenamiento privado es una medida coyuntural que nos permite que un
problema coyuntural no termine por convertirse en un problema estructural, que
es lo que estaba pasando en la actualidad con esta crisis de precios que
perdura en el tiempo desde hace ya más de un año y que no tiene visos de
desaparecer, sino más bien todo lo contrario, que ha venido para quedarse de
manera perpetua con nosotros, haciéndonos un daño que para muchos podría ser
irreparable.
Pero ahora no hay que
tratar de hacer la guerra cada uno por su cuenta, teniendo ahora más que nunca
que estar bien unidos, hablando los grupos cooperativos de toda España entre
ellos, para que se pueda realizar una oferta importante y pueda ser útil para
el fin que se persigue con esta medida, consiguiendo elevar el precio a unos
niveles de rentabilidad que permitan a los olivareros seguir viviendo de este
sector y por supuesto en las zonas rurales. Sin olvidar todo aquellos que nos
enseña esta lección, que nos ha dado en forma de bofetada económica el mercado,
llegando a unos precios de los que todos los productores queremos huir de ellos
manteniéndolos bien alejados, en lugar de ocurrir lo que está ocurriendo en la
actualidad.
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