Esta semana hemos visto como se consumaba el pacto de las
derechas, para desalojar al Partido Socialista Obrero Español de la Junta de
Andalucía, pacto que no es un pacto cualquiera. Un pacto en el que la derecha
ha terminado por claudicar y entregarse a la ultraderecha más rancia y casposa
de este país, y a buen seguro aceptar buena parte de sus barbaridades de
protestas que les han puesto encima de la mesa a los dos partidos que van a
formar el Gobierno de la Comunidad Autónoma.
Aunque el líder de Ciudadanos sólo ha salido a los medios
de comunicación para decirnos una y otra vez que el pacto es sólo entre ellos y
el Partido Popular, eso no se lo cree ni él mismo, y sabe muy de sobra que
aunque quiera tomarnos por tontos no lo va a conseguir y todos tenemos bien
claro cuáles son sus compañeros de viaje para ese gobierno tripartito que
tendrá un socio a la sombra, pero que no va a ser un convidado de piedra, como
el Señor Marín pretende, sino que va a mandar y no poco como a la vista está.
Se nota y mucho que las propuestas que los de Vox han
puesto encima de la mesa de negociación, están realizadas por alguien que le
tiene poco apego a Andalucía, o yo diría que ninguno, porque esas propuestas
que algunas de ellas rayan en el esperpento, lo que llevan implícito es la
liquidación de la autonomía de Andalucía, y con ella el espíritu que se
consiguió el 28 de febrero de 1980, cuando los Andaluces y Andaluzas votaron
mayoritariamente nuestro Estatuto de Autonomía, que ha servido para tener un
largo periodo de paz y prosperidad en Andalucía y lo que es más importante
propiciar un cambio para que la Andalucía del año 2019 nada se parezca a
aquella de 1980 que votó su estatuto.
El pacto que estará bien oculto, del que nos iremos
enterando poco a poco, son las concesiones que el PP y Ciudadanos le hayan
hecho al partido de la Ultraderecha para que les de los apoyos en la
investidura. Concesiones que lo único que harán serán el tratar de liquidar a
las minorías y dilapidar la gran mayoría de las conquistas sociales que la
ciudanía Andaluza hemos podido lograr a lo largo de todo este tiempo.
Este pacto no viene a regenerar nada, sino más bien a
liquidar Andalucía a precio de saldo, puesto que ha sido un pacto que les han
dictado a los líderes andaluces del tripartito desde Madrid, con unas consignas
bien claras. Que no son otras que las de acabar con la autonomía y con las
señas de identidad del pueblo Andaluz, para que cuando este quiera reaccionar
en unas próximas elecciones, no tenga margen de maniobra alguno. Habiendo hecho
desaparecer buena parte del autogobierno que ahora tenemos y conocemos la
mayoría de nosotros. Pacto en el que más pronto que tarde comenzaran a aflorar
muchas de las propuestas que la ultraderecha ha puesto como condicionante.
En definitiva todo
esto está fraguado desde hace algún tiempo y lo demás ha sido un paripé, por
parte del PP y de Ciudadanos que desde la misma noche electoral sabían que iban
a gobernar con la ultraderecha a la que los ponen los remilgos sólo con la boca
chica, porque en definitiva todos los de este tripartito le tienen muy poco
apego a Andalucía.
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