Seguramente a
estas alturas todos nos hemos enterado del resultado de las elecciones
Presidenciales Francesas, y seguramente todos nos habremos percatado que el
Partido Socialista Francés, ha cosechado los peores resultados quizás de su
historia, quedando en un pírrico quinto lugar que ni tan siquiera la propia Le
Pen se podía imaginar. Dejando tocado y casi hundido a este Partido de larga
historia democrática en Francia y que ahora de un plumazo ve como en unas
elecciones Presidenciales sale tan denostado y mal parado que no sabe ni tan
siquiera que puede hacer con su futuro más inmediato.
En base a estos
acontecimientos electorales y los ocurridos con los laboralistas Británicos,
que han sido más o menos parecidos, nos deben hacer reflexionar sobre lo que le
está ocurriendo a la Social Democracia, en muchas partes del viejo continente y
por supuesto aquí en España, donde elección tras elección van perdiendo apoyos
y adeptos que nos están dispuestos a depositar la confianza en lo que fue un
proyecto y unos grandes ideales para las clases medias de la sociedad. Que
ahora por lo que vemos parece ser que ya no le sirven.
Me hace gracia
aquellos Social Demócratas que erigen en los líderes del pueblo o los líderes
de la militancia, porque al final te vas dando cuenta que lo único que hacen el
radicalizar su postura para tratar de contentar a ese grupo de militantes más
radicales, que en muchas ocasiones tienen muy poco que perder, y que se van
alejando de la sociedad en general y de lo que realmente necesita la clase
media, cayendo en el populismo, arrastrados por el fanatismo, lejos de lo que la mayoría del pueblo les
pide en cada una de las elecciones. Por eso nos damos de manos a bocas con
resultado tan sorprendentes, para los Socialistas en Francia, o los Laboristas
en el Reino Unido, quedando como partidos defenestrados por la sociedad.
La Social
Democracia debe tener altura de miras, como siempre la ha tenido y ha sido
cuando mejor le ha ido a este proyecto político y por supuesto a la sociedad en
general. Ha sido cuando mayores logros sociales hemos tenido las clases medias
y trabajadoras, de tal manera que ha sido la época de mayores avances sociales
y muchos de los Derechos que podemos disfrutar, u otros muchos que nos han
arrebatado de manera arbitraria.
Como ya he
dicho los radicalismos, nos llevan al fanatismo y si analizamos la historia
vemos como todos aquellos que dicen ser los representantes del pueblo terminan
siendo los mayores traidores y tiranos del pueblo, de tal manera que al final
lo pisotean, quitándole derechos y libertades conseguidos con gran esfuerzo y
lucha por toda la clase media.
Es por ello
por lo que la Social Democracia tiene que huir de estos extremismos, y volver a
coger la senda de la utilidad para el pueblo, para poder así volver a ilusionar
a toda una sociedad que a buen seguro está deseosa que vuelvan esos
Socialdemócratas como los de antaño que con moderación y tesón han puesto al servicio
de los ciudadanos y ciudadanas, ejemplares derechos y libertades, y fue por
ello por lo que la sociedad confiaron en ellos, apoyándolos y dándoles su voto
de manera masiva, para que sean sus representantes en la mayoría de las
instituciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario