El pasado domingo tuvimos la celebración de las elecciones
municipales, de las que han salido los concejales que formarán las
corporaciones locales en la próxima legislatura. Concejales que a su vez se
encargaran de elegir a los Alcaldes y Alcaldesas que presidirán las
corporaciones locales para los próximos cuatros años. Los 1.113 concejales que
forman las 97 corporaciones locales, serán los que tengan que dar la cara ante
sus vecinos hasta allá por mayo de 2019, donde se volverán a convocar de nuevo
elecciones municipales.
Por ahora y tras los resultados del pasado domingo, ya tenemos
claro quién gobernará en la mayoría de los municipios de la provincia, ya se
sabe quién será el próximo Alcalde o Alcaldesa de muchos de esos municipios,
que ocuparan el sillón de la Alcaldía de sus Ayuntamientos, en otros habrá que
estar pendientes de los futuros pactos a los que se puedan llegar.
El Ayuntamiento, por ser la administración más cercana a los
ciudades, se convierte en la casa de todos y todas donde los problemas de cada
uno de los vecinos y vecinas son también los problemas del Alcalde o Alcaldesa
que lo preside, y de ninguno de ellos puede, el Alcalde o Alcaldesa mirar hacia
otro lado, puesto que si así lo hace, a buen seguro que en la próximas
elecciones le pasaran la correspondiente factura.
En estas elecciones, el pueblo ha situado a cada uno en sitio,
a unos como ya he dicho los sentará en el sillón de la Alcaldía y a otros los
ha enviado a la oposición, que también es necesaria y desde la que tendrán que
trabajar en los próximos cuatros años, haciéndole oposición al equipo de
Gobierno. Una oposición que debe ser siempre constructiva y nunca destructiva, porque
al final lo que siempre estará en juego son los intereses de los vecinos y
vecinas del municipio, que son por lo que todos los que forman la corporación
tienen que velar.
Los distintos Alcaldes y Alcaldesas tienen que ser personas
cercanas al pueblo, porque al fin y al cabo no dejan de ser un vecino o vecina
más, a los que se les ha puesto en sus manos el poder del Ayuntamiento, pero
sin perder de vista el referente del municipio y su interés general, y nunca
bajo ningún concepto el interés personal o particular.
Pero el pasado 24 de mayo de 2015, en la provincia de Jaén, no
sólo acudimos a las urnas a elegir a nuestros alcaldes y concejales en los
Ayuntamientos, también de manera indirecta hemos elegido a los Diputados de la
Diputación provincial, que a su vez elegirán al próximo Presidente de esta Corporación
provincial. Corporaciones estas, que no tienen que buscar un espacio electoral
o una legitimidad democrática distinta a la municipal, porque el apoyo a los
municipios constituye su propia esencia, y que como vienen demostrando, cumplen
un papel fundamental de apoyo sobre todo a los pequeños y medianos municipios,
sin el cual sería bastante difícil el poder prestar una serie de servicios
básicos para la población de estos.
Por todo ello es por lo que a nadie se le escapa que las
elecciones municipales son de suma importancia para la población, pues en ellas
estamos eligiendo a los representantes de las administraciones más cercanas con
los que nos vemos las caras casi a diario, para contarle nuestros problemas y
pedirle su ayuda.
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