Todos hemos podido asistir al bochornoso espectáculo de ver
como un estadio entero, dedicaba una sonora pitada cuando sonaba el himno
español antes del inicio de la final de la Copa del Rey. Fue, sin duda, una
pitada sonora, un espectáculo bochornoso el que ofrecieron los aficionados del
Athletic de Bilbao y del Fútbol Club Barcelona durante la final de la copa del
Rey. Esta sonora y masiva pitada que recibió el himno nacional de España en los
instantes previos a la final de Copa del Rey ha despertado un debate que
incluso antes de que se produjeran los silbidos ya estaba en boca de todos. La
reacción de los Partidos políticos y personalidades relacionadas con el mundo
del deporte ha sido con muy diferentes
actitudes ante los hechos.
Pienso que Las cuestiones ideológicas o políticas no deben
interferir el normal desarrollo de los acontecimientos sociales, culturales y
deportivos, puesto que aprovechar un encuentro de fútbol, para escenificar una
protesta de carácter político es una falta de respeto para este deporte, para
el conjunto de los aficionados y para todos los españoles, que tienen derecho a
disfrutar de este partido como lo que es, un espectáculo deportivo, y, al mismo
tiempo, a ser respetados a través de los símbolos que nos representan a todos y
a nuestra democracia. Quienes promueven y participan de actuaciones como ésta
pretenden hacer pagar las consecuencias de su proceder a los aficionados al deporte
y al conjunto de los ciudadanos, a quienes no demuestran la más mínima
consideración. En todo caso, la intolerancia de algunos no debe poner en riesgo
la convivencia de todos.
No deja de sorprender que mientras que para un ciudadano Norte
Americano, su bandera y su himno, son símbolos a los que respeta en cualquier
lugar del mundo, y no permite que nadie pueda mofarse de ellos en ningún
momento ni situación, a pesar que los Estados Unidos son eso, un número
importante de Estados que se unieron para formar el país que a todas luces es
el más poderoso de la tierra, y que uno por uno estos estados no habrían sino
nada significantes en el mundo y mucho menos influyentes.
Por eso y siendo un poco radical, la sanción de prohibir la
participación en la Copa del Rey del próximo año de estos dos clubs, estaría
bastante bien, ya que si no quieren a España como Estado, sino respetan sus
símbolos, para que quieren participar en sus competiciones, pues parece una
contradicción en la que ellos mismos están cayendo, y que poco a poco se
tendrán que dar cuenta que tratando de desprestigiar a España, lo único que
consiguen es desprestigiarse a ellos mismos.
Además flaco favor le estamos haciendo al fútbol español, y
sobre todo al Futbol Club Barcelona, pues tras su proclamación como vencedor de
la final de la Copa, nadie habla del triplete de este equipo, sino que todos
los comentarios están dirigidos nada más que a esta estruenda pitada y sus
consecuencias, orillando totalmente los logros deportivos de este equipo, provocando
un ocaso deportivo, puesto que nadie habla del fútbol, que es de lo que se debe
hablar tras un partido de estos, y no de independentismo Catalán o Vasco, que
no es la conversación más adecuada tras un acontecimiento de estos.
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