"Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil"

QUIEN HABLA DEL PARO

Hace unos días el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy dijo que ya en España nadie habla del paro, o de la recesión. Que ya de lo que se habla en España es del empleo y de la prosperidad que vive nuestro país, demostrando esto que los esfuerzos que la ciudadanía está haciendo a consecuencia de las medidas tomadas por la crisis, están dando sus frutos cada vez más.
Afirmaciones como estas rayan en el esperpento más absoluto, aún pronunciadas en el entorno de una campaña electoral, porque está claro que en el país de los más de cuatro millones de parados, es muy fuerte afirmar que nadie de estos hablan ya de paro y que para ellos el empleo no resulta ninguna prioridad.
En España se habla de paro por parte de cada uno de los más de cuatro millones de parados que están sufriendo en sus propias carnes, la angustia de no tener un lugar donde poder ganarse el correspondiente salario que pueda servir de sustento a su familia. Pero no porque no quieran hacerlo sino más bien porque el mercado laboral se encuentra desde hace ya algunos años en una parálisis que está llevando al borde del abismo a miles de familias Españolas.
Por supuesto que se habla de paro entre los miles de españoles que han tenido que coger las maletas y marcharse hasta alguno de los nuevos e incipientes mercados laborales para buscar el tan ansiado empleo que mes a mes, que año tras año se les ha ido negando en este país. Sin llegar incluso a tener ni el más mínimo subsidio para poder cubrir las necesidades más básicas de cualquier familia en estos momentos tan delicados.
Claro que hablan del paro cualquiera de los beneficiarios o beneficiarias de alguno de los programas para la contratación indefinida de jóvenes y mayores de 45 años, el retorno del talento y el fomento y consolidación de la actividad autónoma, que han sido aprobados por las Junta de Andalucía, y que se encuentran en pleno desarrollo en la actualidad.
Cuando uno escucha alocuciones de estas, como la pronunciada por el Presidente Rajoy, se da cuenta de que algunos de nuestros representantes viven muy alejados de la realidad sin ver con claridad que es lo que está viviendo la población. Con lo que esta afirmación lo único que puede hacer es irritar cada vez más a una ciudanía sufridora de la lacra del paro que ve como día tras días no sólo no encuentra empleo, sino más bien el que encuentra es de manera precaria y muy mal pagado.

Hasta cierto punto uno puede entender que en campaña electoral se les caliente la boca a los políticos y se digan cosas como esta que tienen poco sentido. Pero en política y en cualquier momento hay ciertas líneas rojas que no se deben cruzar bajo ningún concepto, ni tan siquiera en plena campaña electoral, pues estaríamos jugando con la angustia y la desesperación de miles de familias que viven este drama del paro y que de una manera inusitada ven como muchos de sus esfuerzos por encontrar el tan ansiado empleo, una tras otra vez se van desvaneciendo, convirtiendo al paro no ya en un problema coyuntural sino en un problema estructural de índole social, que para muchos hoy por hoy es su único tema de conversación.

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