En estos días hemos escuchado mucho que en España se ha
producido una amnistía fiscal, para aquellos que tenían depósitos en paraísos
fiscales y no lo tenían declarado al fisco Español, o sea, para aquellos que un
día defraudaron llevándose su dinero, que lo habían ganado en España, haciéndolo
escapar del pago de los correspondientes impuestos que fijan las distintas
normas fiscales para los ciudadanos de todo el territorio español.
Según ha dicho varias veces el propio Ministro de Hacienda
Cristóbal Montoro, existe una lista de algo más de 700 defraudadores que se
acogieron a lo que ellos llaman, medidas excepcionales para incentivar la
tributación de rentas no declaradas, de las que tan sólo se tuvieron que
declarar los intereses que habían generado. Ahora parece ser que ese dinero,
muchos de ellos lo habían logrado mediante una legalidad dudosa.
Políticos, altos cargos, jueces, militares, embajadores… Lo ha
confirmado el propio ministro de Justicia, para pasmo general. En esta España
de Alí Babá en la que un tipo como Rodrigo Rato pudo pasar por gran gestor
milagroso, hay 705 “personas expuestas políticamente” que están siendo
investigadas por presunta corrupción. Son 705 entre los cerca de 40.000
defraudadores que se acogieron a la amnistía fiscal; 705 presuntos delincuentes
que intentaron blanquear un dinero que podría venir de delitos mucho más graves
que el mero fraude fiscal: cohecho, tráfico de influencias, prevaricación… De
los 705 de la lista de Montoro ya sabemos algunos nombres: Rodrigo Rato,
Francisco Granados, Luis Bárcenas, algunos de los Pujol… Hace unos meses,
cuando la lista Falciani apareció, el locuaz Cristóbal Montoro ya avisó de que
aquello era "un aperitivo" de lo que estaba por aflorar.
Por eso ahora sorprende y mucho que el Ministro de Hacienda se
niega a hacer pública esa lista, que se escude en la mayoría súper absoluta que
tiene para que la mesa del congreso bloquee la publicación de la lista de
defraudadores al fisco, o que digan que no se puede vulnerar la Ley de
protección de datos, cuestión que puede ser en parte algo cierta. Pero por
encima de todas esas excusas y artilugios parlamentarios, aquí lo que subyace
es que algo, o alguien, se está ocultando detrás do todo esto, algo que podría
escandalizar a prácticamente toda la sociedad, pues mientras que hacienda ha
enseñado el palo y la mano dura para las clases medias y los trabajadores, ha
sido de lo más permisivo y blandita contra estos grandes defraudadores, que
como vamos viendo, en lo poco que se deja entre ver, han sido grandes
personajes de la vida pública. Una vida pública que como se demuestra le ha
servido para amasar esas grandes fortunas que tienen o han tenidos ocultas al
fisco español.
El Gobierno de ese ministro Montoro que aún sigue sin dimitir
esperaba recaudar con esta idea genial 2.500 millones de euros. La cifra real
no llegó a la mitad. Hacienda se llevó solo 1.191 millones de los 40.000
millones de euros que se regularizaron con la amnistía fiscal, algo sumamente
escandaloso que puede indignar a cualquiera de los españoles que puntualmente
cumplimos con nuestras obligaciones fiscales y que cuando nos dicen por muchos
sitios que hacienda somos todos, nos damos cuenta que unos más que otros, pues
se ha demostrado que la lista de los 705 eran de otra categoría.
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