Este año como no podía ser de otra forma los vecinos de Campillo del Río
y Vados de Torralba, hemos vuelto a ver como durante el invierno la distancia
de poco más de tres kilómetros que separan ambos pueblos, se convierte en más
de cuarenta kilómetros, cuando las lluvias del invierno hacen acto de aparición
y comienzan a caer y con ellas a llenarse los pantanos que hacen que se tenga
que aliviar agua de manera desesperada, para evitar muchos males mayores.
A partir de entonces es cuando los vecinos y vecinas de estos dos
pueblos, comenzamos a sufrir las consecuencias de estas inclemencias
meteorológicas, pues la crecida que de manera natural experimenta el río
Guadalquivir provoca que el vado por el que cruza para ir de un pueblo a otro,
se inunde y haga intransitable esta carretera, debiendo dar la vuelta por el
Puente del Obispo o Mengíbar, para llegar de uno a otro, ocasionando un gran
trastorno para muchas personas que a diario necesitan utilizar esta vía de
comunicación y que cuando llegan al vado inundable, se encuentran con el agua
por encima.
Resulta inaudito que en pleno siglo XXI, tengamos que estar sufriendo que
un gran número de personas nos quedemos aislados cada invierno cuando el río
Guadalquivir se les hinchan las narices y corta el vado obsoleto y desfaso que
construyeron en esta parte del río hace ya más de cuatro décadas como una
solución provisional y que se ha ido echando en el olvido sin tener en cuenta que
esa vía de comunicación se ha convertido en imprescindible para los dos
pueblos, llegando a separar familias enteras cuando se corta y no deja pasar a
nadie. Ya que son muchas las personas que a diario tienen que ir de un lado a
otro del río Guadalquivir a desarrollar su actividad laboral, visitar a un
familiar, a repartir el pan, o simplemente como salida natural para ir bien a
Linares o bien para ir a Jaén, que se ven como tienen que dar la vuelta porque
salta el río como aquí vulgarmente se dice.
Pero lo más lamentable es que desde septiembre de este año, con un gran
esfuerzo económico del Consorcio Metropolitano de Transportes y la Diputación
Provincial, se había establecido una línea de autobús desde Jaén a Linares
pasando por este vado que en la actualidad se encuentra suspendida, privando de
transporte público a todos los vecinos y vecinas, principalmente los de
Campillo del Río, que ven como no pueden utilizar este medio de transporte, aún
cuando desde la administración se está pagando por ello y se está malgastando
un dinero por no haber acometido una infraestructura que permitiera el paso de
los autobuses de esta línea cada día.
Esta situación llega a cansar un poco a los habitantes de la zona pues
parece que somos tercermundistas, o habitantes de segunda clase, ya que nadie
quiere hacerse cargo de la construcción de un puente como realmente se
necesita, ni Diputación, ni Obras Públicas, ni la Confederación Hidrográfica
del Guadalquivir, asumen compromiso alguno en cuanto el aislamiento que año tras
año sufrimos, mientras que vemos como se gastan ingentes cantidades de dinero
en obras públicas que luego resultan prácticamente inservibles y aquí
prácticamente en el centro geográfico de la provincia de Jaén, resulta que se
tienen más de treinta kilómetros del río Guadalquivir, en lo que no existe
ningún puente para poder cruzarlo, ya que desde el Puente del Obispo hasta
Mengíbar el único punto que cruza el río seria este vado que tenemos a la
altura de Campillo del Río y Vados de Torralba, pero que año tras año se nos
queda inservible más de tres meses del año.
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