Aunque ya hace
varias semanas que podíamos ver las luminarias navideñas encendidas en los
grandes almacenes. Pero no había tanta conciencia de que llegaba la navidad
como lo hace desde el día de San Andrés, será por aquello del refrán de que San
Andrés a San Antón pascuas son, al que mi abuela siempre lo completaba diciendo
que por San Andrés quedan para la pascua tres semanas y días tres, lo que nos
hace ver que en más o menos tres semanas, estaremos escuchando el soniquete de
los niños del Colegio de San Ildefonso, cantando la lotería de navidad,
mientras todos estamos pendientes a ver si pillamos algún pellizquito, que
buena falta nos hace.
En esta semana
ya hemos podido asistir al encendido del alumbrado especial de navidad de los
edificios públicos pertenecientes a la Diputación Provincial, como son el
Palacio Provincial, los Baños Árabes y el antiguo Hospital de San Juan de Dios,
que visten de luz y colorido el centro histórico de la Ciudad de Jaén, durante
todos estos días navideños, de tal manera que animan a la población a salir
aunque tan sólo sea a pasear para contemplar el majestuoso alumbrado que los
engalana para el disfrute de los viandantes, tanto residentes, como foráneos y visitantes,
que a bien tengan acercarse en estos días por nuestra tierra.
Bueno estos
días que nos esperan hasta San Antón, se convierten en unos días entrañables,
en los que sin saber muy bien porque, casi todo el mundo se vuelve mucho más
amable, te reúnes con tus amigos para compartir un rato agradable, te sientas a
la mesa con familiares con los que quizás a lo largo del año has tenido alguna
tirantez y que a buen seguro las seguirás teniendo, pero bueno la magia de estos
días tiene eso, tiene el que podamos durante algunos días olvidarnos de
nuestros problemas más cotidianos para poder ser lo más felices posible.
Ahora que ya
han dado el banderazo de salida para la navidad. Puesto que cada año más
temprano encienden las luces y empiezan las compras, una locura colectiva en la
que todos participamos de una u otra manera. Y que esperamos que todo sea para
bien, sobre todo que sea provechoso para todo el mundo, de tal manera que el
jubilo y disfrute de estos días nos lleve a poder conseguir la paz y felicidad
añorada por todos.
Además de
disfrutar de estos maravillosos alumbrados extraordinarios de navidad, en
calles y edificios públicos, vemos como también en miles de hogares comienzan a
colocarse luces, portales de Belén, y árboles de navidad, de tal manera que las
viviendas se engalanan con sus mejores adornos para pasar unos días de fiesta
de la mejor manera posible, y dentro de las posibilidades que estén al alcance
de cada una de las familias. Pero sí con una gran tradición que nos invade en
estos días en los que la pascua más que ser una fiesta religiosa como se
concibió, pasa a ser una fiesta lúdica en la que la diversión y probablemente
el derroche aparezca por cualquier rincón.
Pero todo esto
quizás sea un espejismo hasta San Antón, pues pasado éste, volveremos a la
rutina y se seguirá con las misma dificultades que teníamos antes de San
Andrés, pero ahora que ya es navidad, toca disfrutarla como mejor uno se lo
quiera tomar, o más bien como mejor el bolsillo nos lo pueda permitir.
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